Primer estudio integral del cabello humano a nivel nanométrico
Valiéndose de instrumental especial, un grupo de investigadores ha logrado examinar con un grado de detalle sin precedentes un gran número de tipos de cabello, desde mechones químicamente sobretratados a rizos retorcidos por la humedad.
Bharat Bhushan (de la Universidad Estatal de Ohio) y sus colegas han empleado técnicas desarrolladas para probar un nuevo acondicionador capilar de alta tecnología, pero que podrían aplicarse para mejorar los lápices de labios, esmalte de uñas y otros cosméticos. La especialidad de Bhushan, profesor de ingeniería mecánica en dicha universidad, es la medición de cosas muy pequeñas, como la fricción entre partes móviles en microelectrónica.
«Al principio, el pelo me parecía un tema de estudio improbable», confiesa Bhushan. Pero entonces fue invitado a dictar una conferencia ante científicos de la firma Procter & Gamble Co. «Resulta que, para el pelo, la fricción es un aspecto importante». Las actividades diarias como lavar, secar, peinar y cepillar, causan rozamientos del cabello contra otros objetos y entre sí. Con el paso del tiempo, la fricción ocasiona desgaste y rasgaduras, dos procesos con los que él y sus colegas están muy familiarizados, aunque normalmente estudian el desgaste entre motores y engranajes diminutos.
P&G se convirtió en socio industrial en su laboratorio, proporcionando muestras de cabello sano y de dañado. Los ingenieros de la universidad examinaron los cabellos bajo un microscopio de fuerza atómica (AFM), una herramienta que permite explorar la superficie y el interior de la columna capilar con una aguja muy diminuta.
Entre sus descubrimientos: los acondicionadores capilares no acostumbran a cubrir de manera equitativa la columna capilar completa.
Bajo el microscopio electrónico, los cabellos individuales parecen troncos de árbol, envueltos en capas de cutícula que se asemejan a la corteza. En el pelo sano, los bordes de la cutícula yacen parejos contra la columna capilar, pero como el pelo se daña por tratamientos químicos o deterioro, los bordes de la cutícula comienzan a despegarse del eje, como la corteza de una fruta al ser pelada.
Los investigadores simularon lo que ocurre cuando el pelo dañado es expuesto a la humedad; los cabellos se hinchan, y las cutículas sobresalen aun más, llevando al rizado. Más rizado quiere decir más fricción, como se confirmó al usar el AFM.
El acondicionador tiende a pegarse a los bordes de la cutícula, y puede hacer pegajoso al pelo a escala nanométrica.
También exploraron el interior de los cabellos para medir la dureza de los diferentes estratos.
El cabello tiene una estructura muy compleja, y estas primeras medidas ultraprecisas de la estructura interior podrían llevar a nuevos productos que efectúen un tratamiento capilar desde dentro.
Fuente: Research News
Traducción: Noticias21