La acidez de los océanos puede acabar con conchas y corales a mitad de siglo
Cuando el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera se disuelve en los océanos, el agua se vuelve más ácida y la concentración de iones carbonatados se reduce, amenazando a una parte de la vida marina, como los moluscos, e impidiendo el crecimiento del coral.
Una investigación publicada en Nature concluye que si las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles continúan al ritmo actual, los ecosistemas oceánicos pueden verse afectados en sólo unas décadas y no en siglos como se había creído hasta ahora.
El equipo de investigadores dirigido por James C. Orr, del Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medio Ambiente de Francia, utilizó modelos informáticos para predecir las concentraciones de iones carbonatados en el océano durante el presente siglo. Estos iones carbonatados son absorbidos por muchas criaturas marinas para formar aragonita, una forma de carbonato cálcico que usan para hacer sus caparazones o conchas y esqueletos externos.
Pero las proyecciones de los científicos sugieren que en las aguas del Océano Austral, así como partes del Océano Pacífico subártico, se habrá agotado la aragonita en 2100 por culpa del aumento de los niveles de CO2.
Los autores del estudio comprobaron el impacto de estas predicciones exponiendo a una especie de caracol marino, conocida como mariposa marina por presentar su pie como alas, a las condiciones que simulan el estado de las aguas del Océano Austral en 2100. Encontraron que su concha se disolvió notablemente en las 48 horas que estuvo expuesto a esas condiciones. Los científicos afirman que estas criaturas pueden no ser capaces de adaptarse lo suficientemente rápido para sobrevivir en tales condiciones. La importancia de estas criaturas es tal que en algunas zonas sustituye al krill como el zoopláncton dominante, siendo por tanto una parte fundamental de la cadena alimentaria. Pero además, los investigadores advierten que cambios similares pueden también afectar a los corales de aguas frías que proveen de un importante hábitat a diferentes especies de peces.
Hoy en día la superficie del océano está saturada con respecto al carbonato cálcico, pero las crecientes concentraciones de CO2 en la atmósfera están reduciendo el Ph del agua y las concentraciones de iones carbonatados. Hasta ahora se creía que las aguas frías del Océano Austral y del Pacífico subártico no empezarían a acusar la falta de aragonita hasta que el CO2 atmosférico no alcanzará las 1.200 partes por millón, es decir, cuatro veces más que el nivel preindustrial. Sin embargo, estos resultados sugieren que algunas aguas polares y subpolares notarán estos cambios «sólo» doblando la concentración preindustrial, probablemente dentro de los próximos 50 años.
Fuente: ABC Electrónico