Ratones para descifrar genes humanos
Con un 99% del genoma compartido con el hombre, el ratón es un modelo óptimo para descifrar las funciones de los genes y estudiar la base de enfermedades humanas. Con esta premisa, la UE ha lanzado el programa Eucomm para generar mutaciones de ratón que serán libremente accesibles para la comunidad científica.
Euromouse (Eurorratón) no es un personaje de dibujos animados, sino un plan científico de la UE que engloba varios proyectos. Eucomm generará 20.000 mutaciones en células madre embrionarias y desarrollará 320 estirpes de estos animales, estandarizando los procedimientos para facilitar su aprovechamiento por parte de la comunidad científica. Eucomm se ha presentado en un simposio en Mestre (Italia), a la vez que Canadá ha anunciado su programa equivalente Norcomm. Y EE.UU. planea el Komp, para 2006.
La secuenciación del genoma de varios organismos ha sido el principio de una nueva etapa de investigación de las claves profundas de los seres vivos. Ahora hay que ir descifrando qué hacen los miles de genes que componen el genoma. Una estrategia es aislar un gen de interés y mutarlo en un organismo para ver qué efectos produce. Otra, para cuya realización hacen falta batallones de científicos, es realizar mutaciones al azar y estudiar su resultado.
Este segundo enfoque es la clave para la que Eucomm pone las bases. El genoma del ratón es considerado óptimo para esta tarea ya que el 99% de los aproximadamente 28.000 genes humanos tienen su homólogo en ese animal. «Es un modelo ideal de las bases genéticas de las enfermedades humanas», explicó en la reunión de Mestre Wolfgang Wurst, director del Instituto de Genética del Desarrollo (Múnich, Alemania) y coordinador de Eucomm. «Las funciones de la mayoría de los aproximadamente 22.000 genes relacionados con la salud y la enfermedad se desconocen», recordó.
En el programa europeo, que se coordinará con el canadiense, se dará prioridad a la producción de ratones mutantes relacionados con genes responsables de enfermedades y de relevancia biológica. Con 13 millones de euros de financiación, 11 grandes centros de investigación lo realizarán, en coordinación con decenas de institutos en prácticamente todos los países europeos. Varios científicos españoles, entre ellos Mariano Barbacid, del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), participaron en la reunión de Mestre.
«Euromouse es fundamental porque las enfermedades sólo las detectamos cuando desembocan en procesos patológicos; el cáncer es una de las más representativas», explicó Barbacid. «Cuando el paciente va al médico, el cáncer tiene ya entre 10 y 20 años de antigüedad. Si queremos algún día entender y atajar esta enfermedad, no lo vamos a lograr sólo viendo enfermos, porque si sólo vemos el tumor como lo ve el patólogo o el oncólogo, no es posible ver el proceso inicial que lo desencadena, sino sólo el final». De ahí la importancia de indagar los mecanismos profundos a nivel de los genes.
No están aún decididos los objetivos de las 320 estirpes de ratones que se crearán en Eucomm, dijo Steve Brown, (MRC Mammalian Genetics Unit, Reino Unido). «Se definirán, en la próxima primavera, con la ayuda de un comité asesor. Cuatro laboratorios (en el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia), desarrollarán estos animales mutantes».
Wurst resumió los beneficios de Eucomm en dos vertientes: para la investigación académica, se pondrán a la libre disposición de los científicos miles de células madre embrionarias mutantes de ratón, como un importante recurso estandarizado que evitará las duplicidades y los esfuerzos individuales; desde el punto de vista social y económico, mejorará la investigación en salud, se acelerará el desarrollo de medicamentos, terapias y diagnósticos y se proporcionará una ventaja competitiva a la industria farmacéutica.
Con esta estrategia de genómica funcional, explicó Barbacid, se estudian muchos genes aunque superficialmente cada uno, de momento; luego se puede ir profundizando en los que resulten más interesantes. En la reunión se presentaron 15 proyectos financiados por la UE centrados en el ratón como modelo. Algunos se orientan al desarrollo de tecnologías, herramientas y estándares de trabajo, otros están enfocados a procesos biológicos, como el oído, la formación muscular, el sistema inmunológico o las funciones renales. En siete de ellos participan españoles. Todo este esfuerzo «proporciona las bases para una futura medicina regenerativa», dijo Jürgen Hescheler (Universidad de Colonia, Alemania).
Para Antonio Vidal Puig (Universidad de Cambridge, Reino Unido), un aspecto importante es que Euromouse «va a suponer el reflorecimiento de la fisiología». Se van a crear ratones modificados genéticamente «que han de ser evaluados en cada uno de sus sistemas, y fenotipados correctamente», comentó. Él destacó la urgencia de concretar las tecnologías necesarias para caracterizar los modelos animales que se van a producir. «La gente que diseña los ratones o que los genera no son necesariamente expertos en su caracterización fisiopatológica», señaló.
Redes, nudos y multidisciplinas
Para Mariano Barbacid, las redes, como las de Euromouse son importantes. «Pero las redes no sirven para nada si no hay nudos, es decir, centros de investigación. Financiar redes sin una sólida financiación para los nudos no tiene sentido. Las redes sólo son útiles cuando los nudos están cerca unos de otros; si no, se te escapan todos los peces», explica.
Su participación en el proyecto Eumorphia y ahora en Eucomm es interesante por un doble motivo: por una parte supone estar en relación con la comunidad europea de ratón, -«que yo conozco menos que la estadounidense», dice-; por otra parte, está la financiación -«aunque es poco dinero: en Eumorphia recibimos unos 100.000 euros al año»-.
Barbacid cita, como referencia, la inversión estadounidense: «El Instituto Nacional del Cáncer, sólo para ciencia, no para clínica, tiene un presupuesto anual de 6.000 millones de dólares. En el VI Programa Marco europeo la financiación es cien veces menor».
Aunque a veces parezca una coletilla de todo programa que se precie, la multidisciplinariedad en Euromouse es esencial. La presentación de BioSapiens (red de 25 instituciones en 14 países para la anotación integrada del genoma), introdujo en la reunión de Mestre el eje de la bioinformática.
«Hace falta una nueva generación de investigadores que hagan de puente entre diversas disciplinas», destacó Antonio Vidal-Puig. «Es esencial, por ejemplo, que un bioinformático entienda conceptos biológicos para que pueda diseñar y aplicar técnicas informáticas que generen datos con sentido biológico; pero a la vez es fundamental que un biólogo entienda las ventajas y limitaciones de la informática para poder dar la interpretación biológica adecuada a datos obtenidos usando informática avanzada».
Fuente: El Pais digital