Una niña congelada en el tiempo

A veces leemos historias que le dejan a uno el corazón helado. Un ejemplo es el caso de esta niña, que pese a tener 12 años, su apariencia es la de un bebé que no ha alcanzado el primer año de edad. Un caso único en el mundo, la única persona que padece esta enfermedad.

Brooke GreenbergPara asombro del mundo médico, Brooke está congelada en el tiempo, una auténtica Peter Pan. Pesando menos de 6 kilos y midiendo 68 centímetros, parece y actúa como si fuera una niña pequeña de 6 meses, y no como una chica que estuviera llegando a la adolescencia.

Brooke vive con sus padres, Howard y Melanie Greenberg y sus 3 hermanas en Reisterstown, un barrio de Baltimore, y los médicos acreditan que su supervivencia es debida al amor y apoyo de estos.

“Ella no ha cambiado en 12 años” dijo al periódico el Sr. Greenberg (de 48 años), quien no siente pena al ver a su querida hija. “¿Porqué debería ser triste?” se pregunta. “La amamos tal y como es”.

Durante 12 años la familia ha cambiado sus pañales, han velado su sueño y se han turnado para darle abrazos. Su enfermedad no tiene nombre y los doctores no conocen otro caso similar.


Brooke ha aprendido ha meterse en la cama, a gatear en el suelo y a moverse con un taca-taca adaptado. Sonríe a los que reconoce, tiene conciencia de ella misma y de su familia (hasta se encela de sus hermanos), se ríe cuando le hacen cosquillas, pero nunca ha sido capaz de decir ni una sola palabra.

“No hay diagnóstico. No sabemos que está pasando”, dice el médico de la familia, Lawrence Pakula, “No hay nadie como ella en el mundo”.

La describe como si tuviera entre 6 y 12 meses en términos de altura y peso, y dice que la mayoría de los médicos que la ven la comparan con “lo que podría ser una niña discapacitada de 2 años”.

Brooke nació tras un embarazo de 36 semanas, el 8 de Enero de 1993, en el hospital Sinai de Baltimore, pesando 1,84 kg. Durante su primer año de vida recibió hormonas para el crecimiento que no le hicieron efecto.

Hasta que cumplió 5 años padeció de numerosos y graves problemas de salud, incluyendo derrames cerebrales, úlceras, y graves problemas respiratorios – tal y como si estuviera haciéndose vieja a pesar de no crecer. Por 4 veces estuvo cerca de la muerte. En una ocasión fue diagnosticada con un tumor cerebral del tamaño de un limón. Pero siempre ha conseguido recuperarse como si nada.

En la actualidad Brooke tiene que ser alimentada a través de un tubo, pero su salud se ha estabilizado. No se espera que crezca, pero igualmente, nadie puede predecir cuanto sobrevivirá.

“La gente se pregunta como nos las hemos arreglado para cuidarla siendo ella un bebé durante tanto tiempo. Simplemente seguimos adelante porque es nuestra hija.”, dijo la madre.

Fuente: Telegraph