¿Cómo serán las misiones espaciales en el futuro próximo?

Las sondas, orbitadores y rovers nos devuelven descubrimientos increíbles sobre nuestro sistema solar. Pero algunos de los lugares geológicos y potencialmente astrobiológicos más excitantes de nuestra familia de planetas y lunas son peligrosos y difíciles de explorar.

Vehículo espacialLos investigadores de la Universidad de Arizona, del Instituto Tecnológico de California y del departamento de estudios geológicos de U.S. proponen un nuevo concepto de misiones espaciales para buscar y explorar las superficies y subsuelos científicamente más importantes en todo el sistema solar.

La siguiente generación de misiones robotizadas explorarán simultáneamente a diferentes niveles, desde la órbita, desde el aire y desde el suelo, para encontrar importantes geologías, hidrologías, climas y posibles astrobiologías en mundos lejanos” dice James M. Dohm de la universidad de Arizona. Dohm, geólogo de planetas en el departamento de hidrología y recursos hidrológicos de la U.A., que ha mapeado Marte a escalas local y global, y ha participado en experimentos con naves espaciales y sensores web.


En el artículo “Next-generation robotic planetary reconnaissance missions: A paradigm shift” publicado en el periódico de Ciencia del espacio y planetas de Elsevier (http://www.elsevier.com/) se discute el nuevo concepto de misión.

El nuevo concepto de misión incluiría naves espaciales orbitando, globos en planetas o lunas con suficiente atmósfera, como Titán, y numerosos simples y desplegables sensores terrestres. Estos agentes espaciales, aéreos y terrestres serían programados para escrutar meticulosamente el entorno e interactuar entre ellos ofreciendo una auténtica perspectiva a diferentes niveles necesaria para misiones científicas, declara Dohm.

“No estamos todavía en tiempos en los que las naves espaciales y unidades aéreas pueden coordinarse con sensores terrestres, a pesar de que la mayoría de la tecnología se encuentra ya a nuestro alcance” dice Fink, físico y experto en sistemas de proyección de imágenes, control autónomo y sistemas de de misiones espaciales para el análisis científico. “Aunque la tecnología no este actualmente disponible (principalmente el software) es alcanzable.”

Por ejemplo, un rover con software de reconocimiento puede buscar una única roca que podría contener un trozo crítico de la historia de Marte. Si se le añade una perspectiva aérea, también se ve que hay en el otro lado de la colina al mismo tiempo, y se sabe perfectamente la localización del rover. Tiene la imagen global de lo que está sucediendo y ordena al agente aéreo y terrestre en niveles inferiores a él.

Un orbitador en una misión a diferentes niveles podría proveer de información actual sobre la superficie, la atmósfera y otras características de su destino. Su set de sensores puede incluir cámaras ópticas y térmicas, espectrómetros y radares penetrantes en la tierra. Estos instrumentos podrían recolectar información en áreas donde el software del orbitador estableciera blancos interesantes en función de los objetivos de la misión científica.

El orbitador podría desplegar los agentes aéreos para tener una perspectiva más cercana, puede ordenar a los agentes aéreos el despliegue seguro de los agentes terrestres, y los agentes aéreos ayudarían a detectar y confirmar los objetivos principales.

Los agentes terrestres pueden medir información como el calor y la humedad, o pueden muestrear o recolectar diversas rocas y, en el caso de Marte, también posible agua en la superficie o a poca profundidad. Habría numerosos sensores ligeros, de modo que aunque se perdieran algunos, todavía habría mucha misión.

Los sensores envían información a sus respectivas sondas aéreas, y en último lugar a las naves espaciales. Basándose en esta nueva información, el orbitador envía nuevas órdenes que dirigen la misión.

Los agentes espaciales, aéreos y terrestres trabajan conjuntamente como un geólogo de campo, analizan la información para crear una hipótesis de trabajo y resultarían ideales para la exploración del sistema de cañones de Marte o el supuesto océano cubierto de hielo de Europa.

El nuevo concepto necesita mejores diseños, comprobaciones y pruebas en diferentes entornos de la Tierra y prevén campos para investigadores internacionales para su diseño y testeo de sistemas de reconocimiento a diferentes niveles.

Las misiones científico-espaciales inteligentes y robotizadas que se encuentran a una o dos décadas, serán internacionales y tendrán patrocinio privado y corporativo, vaticinan Dohm y Fink.

Fuente: Sondas Espaciales