Descubren el origen del Ébola

El mortífero virus Ébola se esconde en tres tipos de murciélagos africanos.

El virus más temido, que causa terribles hemorragias y es letal en un 70% de casos, se esconde en tres especies de murciélagos frugívoros, Virus Ebolasegún los estudios de Eric Leroy, del Centro Internacional de Investigaciones Médicas en Franceville, Gabón (África), que publica «Nature».

El hallazgo es producto de tres expediciones en busca de animales que contagien el virus que Leroy y su grupo realizaron entre 2001 y 2005 en la República Democrática del Congo y Gabón.

Capturaron 1030 animales, entre ellos 679 murciélagos, 22 aves y 129 pequeños mamíferos, para ver si tenían rastros de virus. «Hasta ahora no sabíamos cuál podría ser el reservorio», explica Leroy a este diario. «No se estaba en el lugar y momento adecuado, ni se disponía de una tecnología sensible para detectarlo».


En los últimos diez años, el Ébola ha aparecido dando sus zarpazos en una región comparativamente pequeña, entre la frontera del antiguo Congo y Costa de Marfil. «Las condiciones eran ideales con respecto al lugar», dice. Otro factor importante, explica, es que por primera vez empezó a matar animales, especialmente gorilas y chimpancés. «La cadena de transmisión está entre estos animales infectados y el hombre», afirma.

Pruebas incriminatorias. Su equipo comprobó que la inmunoglobulina G, un anticuerpo específico del Ébola, se encontró en el suero de especímenes de tres especies de murciélagos (Hypsignathus monstrosus, Epomops franqueti y Mynoceris torquata). «Es una evidencia indirecta, tener anticuerpos del virus en la sangre de los murciélagos, pero hay evidencia directa, ya que encontramos fragmentos del virus en órganos como el hígado y el bazo».

¿Cuál es el modelo? Los murciélagos no padecían la enfermedad, aunque entraron en contacto con el virus, lo que muestra su potencialidad como vectores de transmisión. Como indica Leroy, algunos grupos étnicos de la zona consumen este tipo de animales, por lo que cabe esperar una infección directa. El ámbito geográfico y biológico de estas especies es lo bastante amplio como para abarcar las zonas en las que el virus ha saltado a poblaciones humanas. Es la fascinante cuestión que queda por averiguar.

Fuente: Agencias