¿Crean agujero negro en laboratorio?
Horatiu Nastase, de la Universidad Brown, cree que las bolas de plasma creadas en un acelerador de partículas estadounidense, y que tienen la peculiaridad de absorber los chorros de materia despedidos tras los impactos, son en realidad agujeros negros en miniatura.
Fue generado en el Colisionador de Iones Pesados Relativistas (Relativistic Heavy Ion Collider o por sus siglas, RHIC) sito en Nueva York, EE.UU., en el cual se hacen chocar haces de núcleos de oro entre si a velocidades cercanas a las de la luz.
Horatiu Nastase, rumano de nacimiento, dice que sus cálculos demuestran que el núcleo de la bola de fuego tiene una impactante similitud con los agujeros negros. Su trabajo ha sido publicado en la página web para borradores, arxiv.org y se ha hablado sobre él en la revista New Scientist.
Cuando los núcleos de oro impactan los unos con los otros, se dividen en unas partículas llamadas quarks y gluones. Estas, forman una bola de plasma que es en torno a 300 veces más caliente que la superficie del sol. Esta bola de fuego, que dura solo 10 millones, de billones, de billonésimas de segundo, puede detectarse porque absorbe los chorros de las partículas producidas por la colisión de haces.
Pero Nastase, de la Universidad Brown, en Providence (Rhode Island) dice que hay algo inusual en este proceso. Durante 10 intentos, los chorros fueron absorbidos por la bola de fuego, tal como predecían los cálculos.
El investigador de Brown cree que las partículas desaparecen dentro del núcleo de la bola de fuego y reaparecen como radiación termal, justo como se piensa que actúa la materia al caer en un agujero negro y escapar como radiación de “Hawking”.
Sin embargo, incluso aunque la bola de plasma sea un agujero negro, no se cree que suponga una amenaza. A estos niveles energéticos y a estas distancias, la gravedad no es la fuerza dominante en un agujero negro.
Fuente Original: BBC News
Traductor: : Miguel Artime
Fuente: Astroseti