Crean un biosensor capaz de detectar residuos de hormonas ilegales
Científicos del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales y del Instituto de Ciencias Fotónicas han desarrollado un prototipo de biosensor capaz de detectar residuos de hormonas ilegales de forma más rápida que con los métodos actuales.
Este biosensor combina el uso de nanopartículas con biomoléculas. Su funcionamiento se basa en el fenómeno conocido como resonancia de plasmon: cuando un haz de luz incide sobre nanopartículas de metales nobles, como el oro o la plata, se produce una oscilación colectiva de electrones, lo que se traduce en la emisión de luz.
El prototipo que se ha desarrollado está compuesto por una superficie de óxido de silicio en la que se encuentran depositadas nanopartículas de oro, que a su vez están unidas a un bioconjugado derivado del estanozolol, la sustancia que le fue detectada a Ben Johnson después de ganar la medalla de oro de los 100 metros en los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988.
Para realizar el análisis, se coge una gota de la muestra supuestamente contaminada por hormonas ilegales, se mezcla con un anticuerpo específico y se deposita sobre la superficie del biosensor. En menos de media hora, este ingenio detecta concentraciones de estanozolol, mientras que con los sistemas actuales los resultados no se obtienen hasta pasados uno o dos días.
En el ámbito agroalimentario, las hormonas anabolizantes se administran de forma ilegal para el engorde de ganado y aumentar así la producción de carne, lo que pone en riesgo la salud de los consumidores. La Unión Europea (UE) prohíbe el uso de este tipo de sustancias en animales destinados al consumo humano. Dicha prohibición se aplica a todos los países miembros y a las importaciones procedentes de terceros, como EE.UU. o Canadá, donde el uso de estas hormonas sí está permitido.
Fuente: Consumer