Las células clonadas son indistinguibles de las normales

Analizando completamente los perfiles de expresión genética de células clonadas y las derivadas del proceso normal de fertilización unos investigadores han concluido que ambas células son indistinguibles.

Células embriónDespués de que se hayan realizado la clonación de diversos animales los expertos creen que un porcentaje de estos animales clonados son portadores de defectos. Como se desea utilizar células clonadas para la realización de terapias regenerativas hay preocupación por los posibles resultados de aplicar estas técnicas sobre humanos.

Sin embargo, parece que las técnicas de clonación producen líneas celulares (al menos en animales) que parecen ser normales. La pregunta es saber por qué si las células producidas por clonación son normales los individuos producidos por la misma técnica no lo son.


En el Instituto Whitehead han analizado en ratones células clonadas y las han comparado con las obtenidas por fertilización normal y han comprobado que son indistinguibles. Los resultados lo han publicado el pasado 15 de enero en PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).

Para crear las células clonadas los investigadores extraen el núcleo de la célula donante y lo introducen en un óvulo al cual se le ha eliminado previamente el suyo. Luego se engaña al óvulo para que crea que ha sido fertilizado. El ovulo se desarrolla en un blastocito que es la etapa más temprana del embrión y que consiste en no más de 100 células. A partir de aquí se pueden extraer las células para obtener líneas de células madre o bien se puede implantar en un útero que se desarrolla en un feto para obtener finalmente un animal clonado.

La célula donante puede provenir de la piel u otro tipo de tejido, luego está por tanto ya especializada. Esta célula original contiene todos los genes pero algunos están silenciados expresándose sólo los genes relativos a la célula especializada en concreto, es decir los genes que le hacen ser una célula d ela piel.

El óvulo debe de eliminar la “memoria” que tenía la célula de sí misma y de lo que era para así reprogramar el genoma y obtener células que sean capaces de generar cualquier tipo de tejido y no sólo piel por ejemplo.

El proceso no es perfecto del todo y algunas células del blastocito retienen la memoria de lo que fueron y por eso el feto y más tarde el animal (si nace) es portador de defectos. Esto hace que la clonación en humanos sea inmoral por el hecho de traer al mundo niños con graves taras físicas.
Las células madre obtenidas por el mismo procedimiento no sufren el problema porque en el cultivo las células portadoras de estos defectos mueren y quedan sólo las que han sido totalmente reprogramadas.

Algunos investigadores han estudiado las células madre que sobreviven en este proceso mediante su transplante en el interior de un blastocito fertilizado y han observado que los animales resultantes son sanos. Sin embargo otros expertos dudan de los resultados.
Tobias Brambrink del Jaenisch lab ha usado en este trabajo publicado recientemente una vía distinta para demostrarlo. Ha comparado la expresión genética en células derivadas de embriones obtenidos por fertilización con la de células obtenidas por clonación procedentes de cultivo. Ha conseguido medir qué genes están activos y qué genes están silenciados en ambos casos. Para asegurarse la viabilidad de los datos el equipo de investigadores hizo esto con cinco líneas distintas de células madre.

Al parecer los resultados son claros y ambos tipos de células son indistinguibles. Si un gen está activo en las células madre clonadas también lo está en las células fertilizadas y con el mismo nivel de actividad. Lo mismo se puede decir de los genes silenciados.

Este resultado abre las puertas por tanto a unas terapias regenerativas con células madre seguras.

Fuente: NeoFronteras