Buscan agujeros negros en atmósfera de la Tierra
Buscar agujero negros en la atmósfera terrestre es una de las misiones principales para el observatorio Pierre Pierre Auger de Rayos Cósmicos en Argentina.
Los agujeros negros pueden presentarse por el colapso de estrellas pesadas pero pudieran también, según la física teórica de partículas, ser creados por partículas de rayos cósmicos (especialmente neutrinos) con energías del orden de los multiTera-Volts (sólo alcanzables en potentes aceleradores de partículas) cuando éstas pasan muy cerca dentro de nuestra atmósfera.
El subsecuente chubasco aéreo de partículas secundarias sería detectado en Tierra mediante la gran red de detectores, que comenzaron su trabajo en el 2003.
Un nuevo análisis de este proceso de producción hipotética de agujeros negros, sin embargo, se cuestiona si ocurrirían muchos de tales acontecimientos de creación de mini agujeros negros.
Según Dejan Stojkovic (de la Universidad occidental case reserve) y sus colegas, el mismo proceso que fomenta la creación de agujeros negros y rayos cósmicos de neutrinos, y que desencadena acontecimientos en niveles muy grandes de energía (10 a la 19 GeV conocida como energía de Planck) también debe acelerar el decaimiento de protones a un grado no considerado en los experimentos diseñados para buscarlos.
Por lo tanto, Stojkovic discute la resistencia de la estabilidad del protón contra una producción prevista de mini agujeros negros en varios cientos de acontecimientos sobre el período activo del observatorio del 2003 al 2008.
Esto no significa necesariamente que ningún acontecimiento de agujero negro pueda ser visto, pero probablemente no tantos como fueron anticipados alguna vez.
Los rayos cósmicos son partículas energéticas que continuamente bombardean la Tierra.
Estas partículas son usualmente protones, pero también pueden ser núcleos atómicos.
Cuando cada partícula choca con la atmósfera, ésta crea una lluvia de partículas secundarias de baja energía que pueden ser observadas desde Tierra.
De hecho, algunos cientos de estas partículas secundarias pasan a través de nuestros cuerpos cada segundo, siendo la exposición a estas partículas mayor en grandes altitudes.
El observatorio Pierre Auger detecta a estas partículas mediante una tecnología desarrollada en la década de 1980 para observar un fenómeno de fluorescencia atmosférica con sensores llamados fotomultiplicadores.
Fuente: El Universal