Nueva mancha roja en Júpiter
Los astrónomos aficionados siguen con gran interés la evolución de una formación nubosa en el planeta Júpiter: el conocido «óvalo blanco» – habitualmente designado BA- ha ido adquiriendo un color cada vez más enrojecido, casi idéntico al de la Gran Mancha Roja. Este fenómeno atmosférico, situado en el cinturón templado sur, ha sido denominado «Red Junior» o «Mancha Roja Junior» (Red Spot Junior). Su tamaño es similar al del planeta Tierra y es perfectamente distinguible con telescopios medianos.
Esta tormenta comenzó a adquirir un color marrón en diciembre de 2005, pero su coloración rojiza no se ha hecho más marcada hasta hace pocas semanas, fenómeno que ha sido descubierto por el astrónomo aficionado filipino Christopher Go: «El óvalo mostraba un aspecto blanquecino en noviembre de 2005; lentamente fue adquiriendo un color marrón durante diciembre hasta alcanzar el tono rojizo que muestra ahora.»-señala Go. Mientras los astrónomos aficionados obtienen imágenes y datos sobre el esta tormenta, los profesionales intentan averiguar a que se debe ese cambio de color hacia el rojo.
El origen de este óvalo se remonta a marzo del año 2000, cuando los óvalos BE y FA se fusionaron para formar una tormenta de mayor tamaño, la cual no cambió su color pálido a pesar de la turbulencia producida en la zona durante la colisión. Ahora, sin que haya ninguna causa que pueda explicarlo, la tormenta ha ido cambiando de color pero su aspecto permanece inalterado. Según la científico Amy Simon-Miller de la NASA: «Esto debe reflejar que la dinámica interna de la tormenta ha cambiado, pero no sabemos cómo y por qué.»
Estudiando la formación de esta nuevo tormenta, los astrónomos pueden obtener información sobre las características y dinámica de la Gran Mancha Roja, fenómeno conocido desde el siglo XVII pero probablemente mucho más antiguo. La fuente de energía de la Gran Mancha Roja no ha sido identificada, ni tampoco las sustancias químicas que son responsables de su color rojo -aunque probablemente incluyen cantidades traza de azufre, fósforo e hidrocarburos. Una de las teorías más aceptadas sobre esta formación atmosférica es que existen corrientes de material ascendente desde el interior del planeta Júpiter que transportan gases desde zonas profundas, adquiriendo un color rojizo ciertos componentes químicos cuando sufren exposición a la radiación ultravioleta. Un fenómeno similar tiene lugar también con los óvalos blancos, con lo cual el enrojecimiento de la tormenta estudiada actualmente por los científicos podría estar realmente relacionado con un aumento de intensidad de la misma, lo cual desde un punto de vista meteorológico podría relacionarse con un cambio climático en el planeta Júpiter.
Los científicos esperan poder realizar observaciones de este fenómeno atmosférico empleando el Telescopio Espacial Hubble, si bien no se espera que la tormenta crezca en diámetro. Lo que sí esta por ver es si se mantendrá el color rojizo durante un período de tiempo largo o si más bien éste será efímero, aspecto que nos puede servir para obtener información sobre la energía interna y dinámica del planeta Júpiter. Aunque se ha observado en otras ocasiones cierto enrojecimiento en alguna de las tormentas de Júpiter, esto no ha sido frecuente y además ha durado poco tiempo.
Imagen: aspecto de la pequeña mancha roja en Júpiter (centro de imagen) en comparación con la Gran Mancha Roja. Fotografía obtenida por el astrónomo aficionado Christofer Go.
Fuente: Astroenlazador