Desarrollan polvo para blindar ropa

Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron polvos compuestos por diversos materiales metálicos y cerámicos, que se podrán usar como un blindaje ultraligero en la ropa común.

En un comunicado del IPN, el investigador Ricardo Cuenca Alvarez, quien desarrolla este proyecto, destacó que la combinación de polvos y la técnica de aplicación utilizada en esta investigación constituyen hasta el momento una innovación mundial.

«El método que se usa para recubrir partículas emplea solventes y reactivos líquidos altamente contaminantes para el medio ambiente, mientras que el proceso utilizado en el IPN es totalmente ecológico», expuso.

El catedrático del Centro de Investigación e Innovación Tecnológica dijo que con el blindaje que proporcionan dichos polvos se podrá evitar que personas y agentes de seguridad sean lesionados por arma blanca, como cuchillos, navajas o puntas metálicas.

Los recubrimientos tiene un espesor de 400 micras, casi medio milímetro, aproximadamente, lo que permite hacer blindajes ultraligeros para recubrir materiales plásticos, metálicos, cerámicos y textiles, entre otros, precisó.

Refirió que por sus características físicas y químicas, recubrimientos de ese tipo son útiles para revestir componentes automotrices y herramientas, a fin de prolongar su vida útil.

Además, la mezcla de polvos también puede recubrir partículas de 0.5 micras, por lo que puede usarse para mejorar las características de productos cosméticos y farmacéuticos. En los cosméticos porque las partículas presentan forma de hojuelas microscópicas, detalló.

Respecto a los productos farmacéuticos, la técnica puede usarse para lograr una concentración homogénea del medicamento en las tabletas, porque su recubrimiento puede realizarse en dimensiones nanométricas.

Comentó que algunas veces la sustancia activa de las tabletas no está distribuida en forma homogénea, de tal modo que si se fraccionan para ingerir una parte es posible que el medicamento quede concentrado sólo en la mitad de la pastilla.

Fuente: El Universal