Miembros del Museu Valencià d’Història Natural se han topado con una especie hasta ahora desconocida. Se trata de un invertebrado hexápodo (de 6 patas) cavernícola, de 2,5 centímetros de largo, lo que lo convierte en el de mayores dimensiones de la Península Ibérica (en la imagen).
Los descubridores tachan al descubrimiento de “extraordinario, ya que se trata de un nuevo género para la ciencia desconocido hasta la fecha”, asegurando también que su morfología, de cuerpo y apéndices excepcionalmente largos representa el caso más evidente de adaptación al medio subterráneo que se conoce en el mundo.
En breve, este descubrimiento será presentado a la comunidad científica y entonces, sabremos su nombre, pues hasta entonces no puede ser publicado en ningún medio de comunicación.
Os acordaréis una noticia del mes pasado anunciando que se había realizado el primer transplante de brazo biónico a una mujer, Claudia Mitchell, de 26 años. Para los que no lo recuerden, se trataba de una chica que había perdido el brazo en un accidente de motocicleta. El funcionamiento del brazo biónico se basa en la detección del movimiento de los músculos del pecho, y a su vez, está conectado a los nervios que sirvieron antaño a su brazo izquierdo.
Pues bien, a través de Youtube están disponibles varios vídeos de esta chica y el funcionamiento de semejante artilugio, a mí personalmente me parece algo increíble.
En el estudio participaron 25 voluntarios de los cuales, 14 recibieron la vacuna y los once restantes inyecciones de placebo.
A partir de entonces, los investigadores registraron todos los síntomas de alergia de los pacientes, la frecuencia de las descargas nasales, el número de estornudos, ojos llorosos, picores…
Los resultados fueron sorprendentes, y durante los 2 años que duró la investigación ocurrió que en el segundo año, los pacientes todavía mejoraban más, aun sin la administración de la vacuna.
Según los científicos, la vacuna funciona de dos formas, por un lado suprimiendo reacciones alérgicas agudas como los estornudos y por otro, ayudando al organismo a regular mejor la inflamación crónica, como la que produce el picor de los ojos y las mucosidades.
La edad de Marte ha sido establecida con exactitud, 4.650 millones de años.
El científico Oleg Korablev, se encargó de dar la noticia y añadió que en «el período cálido de este planeta se prolongó durante apenas 600 millones de años, tiempo del todo insuficiente para la formación de vida completa como lo entendemos en la Tierra».
«En Marte sí que hubo formas de vida primitivas, pero desaparecieron con rapidez», insistió.
Actualmente hay seis naves científicas investigando ese planeta, una europea y el resto operadas por la NASA.
Un equipo de arqueólogos sirios y franceses han descubierto en el norte de Siria un templo que podría ser el más antiguo de Medio Oriente.
Su construcción dataría del siglo milenio IX antes de Cristo, en la era neolítica y en el se hallaron objetos de piedra y hueso así como muros con diseños geométricos y una cabeza de toro dibujada confirmando una vez más el culto al toro en esa época.
«Una parte de este edificio comunitario tiene la forma de un cráneo de buey y conserva una decoración a base de pinturas, la más antigua que se conoce en Oriente Medio», explicó el investigador francés Coqueugniot.
Siria esconde aún tesoros arqueológicos por descubrir, como los cráneos de la imágen, con 9.000 años de antigüedad y hallados en un suburbio de Damasco.
“Es un descubrimiento único que podría llevar a reinterpretar la cultura», aseguró Riyad Neisan Agha, ministro de Cultura de Siria.
Según la revista especializada El Naturalista americano, varios ecologistas ecólogos y conservacionistas americanos están desarrollando el proyecto “Pleistoceno supersalvaje”, con la intención de reintroducir especies desaparecidas hace 13000 años.
La idea sería comenzar con la tortuga gigante y el caballo salvaje, siguiendo con los leones y elefantes, cada caso sería estudiado para ver como contribuirían estas especies a la biología, la economía y que ventajas culturales aportarían para Norteamérica.
Los integrantes del proyecto, entre ellos Josh Donlan de la Universidad de Cornell aseguran que perdiendo animales grandes en los ecosistemas, la biodiversidad resulta muy dañada, y en esto, la mano del hombre ha sido crucial. Reintroduciendo animales grandes recuperaríamos los ecosistemas afectados.
Evidentemente hay riesgos al modificar el “equilibrio” actual natural, pero más riesgos hay si continua la desaparición de la megafauna, en cualquier caso, cada nueva reintroducción sería estudiada minuciosamente, aseguran los integrantes del proyecto.
Recientes estudios revelan que en Stoccareddo, un pueblecito de los Alpes italianos, sus habitantes están inmunizados ante diversas enfermedades comunes, como la diabetes o la hipertensión.
Debido a su situación geográfica, en invierno el pueblo se queda completamente aislado durante un tiempo, debido a las fuertes nevadas. Los científicos creen que este aislamiento sufrido durante generaciones, les ha provocado el desarrollo de una resistencia natural ante estas enfermedades.
Los habitantes presentan elevadas concentraciones de glucosa y triglicéridos, sin embargo, no sufren diabetes ni enfermedades cardiovasculares.
Podría tratarse del medio ambiente en el que viven o bien podría ser la presencia de un gen o grupo de genes característico en esta población. Esto último es lo más probable, ya que 380 de los 402 habitantes tienen el mismo apellido: Bau.
Si fuese así, podrían identificar este gen y obtener la clave definitiva para curar estos trastornos tan comunes en nuestra sociedad.
Científicos japoneses de la Universidad de Gunma, han identificado una molécula responsable de la sensación de saciedad en los mamíferos. Un interesante descubrimiento que ayudaría a elaborar nuevas formas para combatir la obesidad en humanos.
Esta molécula se conoce como nesfatin-1, y el cerebro se encarga de producirla de forma natural. En el artículo, publicado en la revista Nature, los investigadores aseguran que introduciendo la molécula en cerebro de ratas de laboratorio, éstas perdieron el apetito y comenzaron a adelgazar. Del mismo modo, bloqueando la nesfatin-1, los roedores sufrían un incremento de apetito y peso.
Los científicos confían que este descubrimiento ayude a encontrar un tratamiento contra el sobrepeso, que afecta a 1000 millones de adultos en todo el mundo, provocando en numerosos casos, hipertensión, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertas formas de cáncer.
Fuente: Agencias
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Una reciente investigación realizada en Finlandia revela que las carpas son capaces de vivir durante varios meses sin oxígeno. Para ello, almacenan grandes cantidades de glucógeno en su cerebro. El glucógeno es un polímero de glucosa, utilizado normalmente por los animales para almacenar reservas de este azúcar.
Las carpas lo necesitan para mantener su cerebro funcional los meses que no hay oxígeno disponible en los estanques donde vive. En Finlandia, esto suele ocurrir de Febrero a Abril, y es precisamente en Febrero, cuando los investigadores han encontrado una concentración mayor de glucógeno, para afrontar esta etapa. Concretamente la concentración es 15 veces superior a julio, donde la cantidad de oxígeno disuelto en el estanque es suficiente.
De momento estas investigaciones no se pueden aplicar al metabolismo humano, pero si es cierto que nuestro cerebro también contiene glucógeno, por lo que las investigaciones en un futuro podrían ser de gran utilidad frente a la anoxia (falta de oxígeno en un tejido).
No se lo que pareceré a los ojos del mundo, pero a los míos es como si hubiese sido un muchacho que juega en la orilla del mar y se divierte de tanto en tanto encontrando un guijarro más pulido o una concha más hermosa, mientras el inmenso océano de la verdad se extendía, inexplorado frente a mi.
Isaac Newton (1642-1727). Físico y matemático inglés.