Antimateria contra el cáncer
Una reciente investigación del CERN revela que la antimateria resulta mucho más eficaz para combatir el cáncer que las terapias basadas en protones.
La antimateria compuesta de antipartículas de las partículas que constituyen la materia normal podría ser el tratamiento del futuro contra el cáncer y dejar las clásicas terapias utilizadas hasta la fecha que utiliza la irradiación de protones sobre los tumores cancerígenos.
El experimento, denominado ACE (Antiproton Cell Experiment) y desarrollado con células de hámster, demuestra que los antiprotones, resultan ser 4 veces más efectivos que los protones para destruir células enfermas, resultando una técnica apenas invasiva muy respetuosa con los tejidos sanos.
En el experimento, se utilizaron tubos rellenos con células de hámster sobre las que los investigadores hicieron incidir un haz de protones y otro de antiprotones observando el porcentaje de células supervivientes tras la radiación. Los resultados demostraron que los antiprotones eran cuatro veces más efectivos que los protones, por lo tanto, para dañar de igual forma a las células, se necesita cuatro veces menos radiación con los antiprotones que con los protones, lo que protege a los tejidos sanos.
Pese a los buenos resultados, se trata de la primera investigación con antimateria y todavía necesita un largo recorrido hasta que sea utilizada regularmente, pero en cualquier caso, los primeros resultados son muy prometedores.
Fuente: Tendencias21
By David, noviembre 13, 2006 @ 3:39 pm
Creo que si los antiprotones son cuatro veces más efectivos contra las células, simplemente la dosis se reduciría a un cuarto, pero los efectos finales serían equivalentes y no habría ventajas.
Supongo que la cosa irá por otro lado.
By Carlos Martin, noviembre 13, 2006 @ 9:05 pm
Hola David,
La ventaja radica en que con los antiprotones los tejidos sanos corren menos peligro, al ser expuestos a radiación solamente la cuarta parte del tiempo que si radiamos con protones. Esta sería la principal ventaja, sobretodo en el tratamiento de cánceres recurrentes, en los que resulta vital conservar sanos el resto de los tejidos.