Nanotubos como cuerdas de piano
Ingenieros del Kavli Institute of Nanoscience de la Universidad holandesa de Delft y de la Fundación FOM (Fundation for Fundamental Research on Matter) han conseguido desarrollar y “afinar” la cuerda más fina del mundo.
Los cables, que miden aproximadamente dos manómetros de diámetro y un micrómetro de largo están compuestos de nanotubos de carbono, utilizados como mezcladores de frecuencias para definir los movimientos de estos nanotubos, analizando así su vibración en suspensión.
Los nanotubos fueron acoplados a electrodos y se les aplicó una fuerte y muy variable corriente alterna, lo que hizo vibrarán en suspensión. Cuando la frecuencia de la corriente alterna aplicada se aproxima al nivel de la frecuencia de vibración del sistema, éste empieza a vibrar con más fuerza, alcanzando una cantidad media de varias decenas de megahercios.
Variando la intensidad y la frecuencia de la corriente aplicada, los investigadores consiguieron con éxito transponer el cable desde un estado de libre suspensión hasta un estado en el que se mantenía tenso y vibrante, de una manera similar al afinamiento de la cuerda de un piano.
Estos nanotubos vibrantes tendrían diversas aplicaciones en el futuro. Por ejemplo, podrían servir para desarrollar sensores de masa hipersensitivos, detectando cualquier partícula que quedase suspendida encima de ellos, como por ejemplo un virus, ya que de este modo variaría el patrón vibracional y se detectaría la anomalía.
Fuente: Tendencias21