Según recientes investigaciones existen diversos agentes infecciosos que podrían estar detrás de los tumores cerebrales.
Después de analizar más de 13000 casos de tumores cerebrales en Suecia durante más de 70 años, encontraron que gente con con cuatro o más hermanos tenían de dos a 4 veces más probabilidades de desarrollar tumores que la gente sin hermanos.
“El número de hermanos que una persona tiene indica que se expusieron en una edad temprana a las infecciones, puesto que los niños suelen estar en contacto cercano el uno con el otro, compartinedo exposiciones a muchos agentes infecciosos”, señaló el investigador Andrea Altieri, epidemiólogo del German Cancer Research Center in Heidelberg. La “evidencia viene de varios estudios que demuestran la diferencia enttre los niños que van a la guardería y los niños cuidados en sus casas.- Los primeros tienen de dos a cuatro veces mayor riesgo de contraer diversos tipos de infecciones.”
Ha habido mucha especulación si los virus desempeñan un papel decisivo en tumores de cerebro. La “leucemia de la niñez se ha asociado en numerosas ocasiones a la exposición a las infecciones,” dijo Altieri. También agregó que los esfuerzos futuros se tienen que concentrar en identificar los posibles agentes infecciosos causantes de estos terribles tumores.
Fuente: LiveScience
Un equipo de científicos de la Universidad Cornell, en Ithaca, y el Weill Cornell Medical College, en la ciudad de Nueva York, afirman haber descubierto un prometedor método para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer mediante una muestra del líquido cefalorraquídeo del paciente. El Alzheimer, que progresivamente va eliminando la capacidad de memoria de los enfermos, afecta a millones de personas en el mundo.
La importancia del hallazgo radica en el hecho de que hasta ahora sólo es posible diferenciar el Alzheimer de otros tipos de demencia mediante los síntomas y por el examen del cerebro en la autopsia tras el fallecimiento del enfermo.
Los investigadores encontraron que un conjunto de 23 proteínas determinadas se hallaban habitualmente en el líquido cefalorraquídeo de los enfermos del Alzheimer. La presencia de esta combinación de proteínas es calificada por los investigadores de «una huella dactilar neuroquímica» del Alzheimer.
Este hallazgo podría permitir en un futuro que, mediante una simple punción lumbar, un médico pueda diagnosticar, con razonable seguridad, si un enfermo padece o no Alzheimer, lo cual facilitaría el tratamiento temprano de la enfermedad.
Fuente: EFE
Neurología | Comentarios desactivados en Novedoso diagnóstico para detectar el Alzheimer
Un investigador español del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que la estrella Pismis 24-1, considerada hasta ahora la estrella gigante más grande de la Vía Láctea, es en realidad un sistema formado por tres estrellas.
Esta estrella, que se creía con un tamaño 200 veces mayor que el del Sol, es un sistema múltiple, pareciendo una estrella desmesuradamente grande.
Las observaciones, realizadas en buena parte con el instrumento de mayor resolución del telescopio espacial Hubble, señalan que Pismis 24-1 está formada por: Pismis 24-1SW y la estrella doble Pismis 24-1NE.
Según el astrónomo Jesús Maíz, que ha dirigido la la investigación, en la Vía Láctea, por cada 15.000 estrellas como el Sol, existe una de más de 65 masas solares.
También han estudiado la estrella Pismis 24-17, con una masa de aproximadamente 100 soles, que constituye la cuarta estrella gigante del cúmulo.El próximo reto de este equipo investigador es estudiar en detalle el cúmulo, para separar las dos estrellas de Pismis 24-1NE.
“Se hallan tan cerca que no pueden tomarse imágenes diferenciadas de ambas, pero se conoce su existencia por separado, gracias a las variaciones de velocidad”, explicó Maíz.
Según los cálculos provisionales, cada una de las tres estrellas del sistema contendría una masa de unos 70 soles, lo que aún las sitúa entre las 25 estrellas más masivas de la Vía Láctea.
Imagen: Una imagen tomada con el telescopio Hubble del conjunto de estrellas Pismis 24 en la nebulosa NGC 6357.
Fuente: EFE