Investigadores del Fraunhofer Technology Development Group en Stuttgart, Alemania, han desarrollado una laca transparente con nanotubos de carbono capaz de limpiar los parabrisas de los coches y las ventanas actuando como un calefactor.
Esta laca se puede aplicar como si de un spray se tratase sobre la superficie que se quiere calentar. Está compuesta de una base líquida con una mezcla de nanotubos que conducen la electricidad, a medida que el líquido se seca, los nanotubos forman una red conductora dentro de la laca, si hacemos pasar una corriente a través de esta red, la capa se calienta.
En las pruebas que han realizado, esta capa conectada a una bateria similar a la que utiliza un coche, de 12 voltios, fue capaz de eliminar el hielo de una lámina de plástico en dos minutos. Los investigadores esperan que con el tiempo esta tecnología reemplace los filamentos calefactores convencionales que todos conocemos.
Los investigadores también argumentan que versiones más gruesas y opacas de este recubrimiento podrían convertir plantas enteras de edificios en radiadores e incluso se podría utilizar como calefacción bajo el suelo.
Fuente: Avances en Nanotecnología
Un equipo de científicos estadounidenses han resuelto el misterio que envuelve a la flor más grande del mundo, que a su vez es también la que peor huele (en la imagen). Mide aproximadamente un metro de ancho y fue descubierta en un bosque tropical lluvioso de Sumatra en 1818, pero no fue descrita precisamente como una planta bonita por culpa del desagradable aroma que desprende, similar al de la carne podrida.
Según la revista Science, los científicos han utilizado el análisis genético para resolver el misterio del linaje de la flor llamada rafflesia, descubriendo que proviene de una antigua familia conocida por sus flores, pero no por grandes, sino por diminutas. De hecho, muchas de sus «primas» botánicas tienen flores de unos apenas unos milímetros de diámetro.
Así ha quedado probado que la rafflesia pertenece a la familia de la euforbiáceas, que incluye también a la flor de Nochebuena, las campánulas irlandesas, el árbol de goma, la planta de aceite de castor y la yuca. Las raras características de la rafflesia llevan décadas intrigando a botánicos de todo el mundo, que deseaban averiguar dónde encajaba esta extraña planta en el árbol botánico de la vida, especialmente por averiguar la evolución de esta planta parásita, que roba los nutrientes de otra planta mientras engaña a los insectos que la polinizan.
La planta vive en medio de enredaderas tropicales, donde sólo su flor es visible. Carece de hojas, brotes y raíces, y no emplea la fotosíntesis, el proceso que usan las plantas para aprovechar la energía de la luz del sol.
La flor, de color rojizo o anaranjado, puede llegar a pesar siete kilos y es capaz de emitir calor, probablemente mimetizando el de un animal recién muerto para seducir a las moscas de la carroña que la polinizan.
Fuente: Milenio
Biología | Comentarios desactivados en Resuelto el misterio de la flor más grande del mundo
Unos científicos británicos han creado varios tipos de gallinas genéticamente modificadas capaces de poner huevos que contienen proteínas útiles para fabricar fármacos contra el cáncer y otras enfermedades.
Los expertos del Instituto Roslin de Edimburgo (Escocia), donde se creó la oveja clonada Dolly, han criado 500 gallinas ponedoras a partir de una especie común llamada ISA Brown, cuyo ADN manipularon con la introducción de genes humanos productores de proteínas.
Esas proteínas humanas se localizan después en la clara del huevo, de la que pueden extraerse fácilmente para la elaboración de fármacos.
Otros científicos habían logrado antes crear pollos transgénicos, pero esta es la primera vez que la modificación genética introducida perdura varias generaciones, lo que podría permitir un suministro en masa y de bajo coste de componentes para medicinas.
Uno de los tipos de gallina creado por los científicos de Roslin produce interferona, un agente antiviral que se utiliza a menudo en los fármacos contra la esclerosis múltiple, otros serían útiles para tratar cánceres de piel y artritis.
«Esto tiene el potencial de convertirse en una muy buena manera de producir medicamentos especializados, hemos criado cinco generaciones de gallinas y hasta ahora todas continúan produciendo grandes concentraciones de fármacos», declaró Karen Jervis, de la empresa de biotecnología Viragen, que ha colaborado en el proyecto.
Fuente: EFE