Últimamente esta web ha sufrido diversos ataques por parte de algunos hackers y spammers con la “sana” intención de caerla.
Gracias al plugin Askimet para WordPress no he tenido problemas con el spam, pero los hackers, aunque no han logrado nada contra la web, si que fuerzan un tráfico muy elevado en el servidor.
Por ese motivo, para aumentar la estabilidad y seguridad, Novedades Científicas se ha trasladado a un servidor de Dimensis en España. Se han encargado de todo, gracias Jordi 😉 y parece que la situación está bajo control.
Podía entender el sentido de los ataques en sus inicios, cuando entraban en grandes compañías, o instituciones de elevada seguridad para poner a prueba sus conocimientos y superarse, demostrar que eran capaces y sacar a la luz los fallos de seguridad, dejar un mensaje conforme habían estado allí y marcharse sin causar mayor daño.
De esos primeros hackers con vocación de “Robin Hood” a lo que ocurre en la actualidad hay una importante diferencia. Reventar indiscriminadamente webs no le encuentro sentido, más tratándose de una web que el único daño que hace es intentar divulgar ciencia.
Un equipo de científicos del CSIC ha evaluado el calentamiento climático durante el siglo XXI en todos los sistemas montañosos del mundo y ha concluido que el aumento de la temperatura de los mismos será más del doble que en el siglo XX.
El estudio, que se publica en el próximo número del Journal of Global Environmental Change, determina que el aumento de temperatura proyectado para 2055 es de 3,2 grados centígrados (con un aumento de 0,4 grados por década) para un escenario de uso intensivo de recursos fósiles, y de 2,1 grados centígrados (un incremento de 0,26 grados por década) en un escenario futuro con menores emisiones de CO2.
Entre los posibles impactos de este calentamiento está, por ejemplo, la extinción de especies alpinas, la reducción o desaparición de glaciares y cubiertas de nieve, y la variabilidad de los caudales de los ríos.
Los recursos hídricos estarán relacionados con la reducción o desaparición de los glaciares y de las cubiertas de nieve, tanto en su duración a lo largo del año, como en su espesor. Ello puede influir en una mayor variabilidad de los caudales de los ríos, la posible modificación de los patrones de gestión del agua en los embalses y mayor necesidad de construcción de presas aparte de más inestabilidad en la producción de energía hidroeléctrica.
El calentamiento será mayor en las cordilleras situadas en las zonas polares y boreales que en las tropicales, según los científicos. Las montañas son uno de los sistemas terrestres más amenazados del planeta por el cambio global y su influencia se extiende hacia las llanuras que les rodean.
Fuente: EFE