De nuevo Yaiza Martínez nos sorprende en Tendencias21 con un interesantísimo artículo donde pone de manifiesto pruebas en la detección de dimensiones adicionales. Y es que un grupo de físicos norteamericanos, analizando los datos de los primeros momentos de la formación del Universo, han detectado huellas de estas dimensiones adicionales.
Para llegar a estas conclusiones han tenido que descifrar la influencia que dichas dimensiones tuvieron sobre la energía cósmica liberada por la violenta explosión que originó el Big Bang, y que virtualmente ha quedado intacta durante 13 mil millones de años.
Estas huellas dimensionales han sido captadas por satélites como la WMAP de la NASA, y han permitido a estos físicos desarrollar a partir de geometrías matemáticas simples, un mapa de energía alternativo en el que las dimensiones extra (según ellos siete en total) se hacen algo visibles.
Aunque los datos obtenidos no pueden considerarse concluyentes, de confirmarse demostrarían la validez de la Teoría de las Supercuerdas, gracias a este metafórico viaje en el tiempo justo al instante posterior al Big Bang.
El método utilizado proporciona evidencias de que se pueden utilizar los datos experimentales de ese momento primigenio del Universo para discernir la naturaleza de estas elusivas dimensiones, ya que el problema de estas otras dimensiones es que son demasiado pequeñas para ser medidas a través de las actuales métodos de observación con las que cuentan los científicos.
La importancia de la Teoría de las Supercuerdas radica en que se espera que explique a la vez todas las partículas subatómicas existentes y que unifique las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza (gravedad, interacción electromagnética, interacción nuclear fuerte e interacción nuclear débil).
Fuente: Tendencias21
Si bien es cierto que nuestro bolsillo lo agradece cada vez que repostamos un coche diésel, el medio ambiente no piensa lo mismo, y es que según un reciente estudio de la calidad del aire urbano, salud y tráfico rodado, un coche de gasóleo contamina hasta cuatro veces más que los que funcionan con gasolina. De hecho, cuatro coches de gasolina emiten tantas partículas en suspensión como uno diésel.
Según el estudio, el tráfico rodado constituye la principal fuente de emisiones contaminantes que inducen al calentamiento global y al cambio climático, seguido de la industria, la generación eléctrica y la agricultura.
El estudio advierte que los niveles elevados de óxidos de nitrógeno, además de influir en los niveles de ozono y la formación de la lluvia ácida, pueden perjudicar a la salud pública.
Afectaría especialmente al sistema respiratorio al dañar el tejido pulmonar, causando muertes prematuras, y es que se han hallado evidencias entre los niveles de contaminación atmosférica e ingresos en hospitales, así como del número de muertes en pacientes por problemas cardiorrespiratorios.
A corto plazo ya se notan los efectos, irritación en los ojos, nariz y garganta, infecciones respiratorias, ataques de asma, ataques del corazón, así como cambios peligrosos en el bombeo del corazón.
Fuente: El Periódico
Según el estudio, publicado en la revista científica Nature, hay cuatro variantes genéticas ligadas a la diabetes tipo II, que afecta principalmente a mayores de cuarenta años. La diabetes de tipo I afecta mayormente a niños y representa cerca del 10% de los casos. Estas cuatro variantes contribuyen en un 70% el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Alrededor de 240 millones de personas en todo el mundo sufren de diabetes y un 90% de los casos es del tipo dos, que está asociada a la herencia genética y a otros factores como la obesidad y la falta de actividad física.
Tras estudiar más de 400.000 mutaciones, los científicos identificaron una que «potencialmente» causa este tipo de diabetes. Se trata de una mutación en uno de los genes, conocido como SL30A8, que transporta zinc y contribuye además a regular la secreción de insulina.
Este hallazgo puede facilitar la creación de una prueba genética para predecir qué riesgo tiene una persona de desarrollar esta enfermedad así como una detección precoz puede contribuir a que un individuo adopte estilos de vida, como dietas más adecuadas o más ejercicio físico, que ayuden a evitar el desarrollo de la enfermedad.
Fuente: BBC Ciencia