La resonancia es un fenómeno que se produce cuando un cuerpo capaz de vibrar es sometido a la acción de una fuerza periódica, cuyo periodo de vibración coincide con el periodo de vibración característico de dicho cuerpo. En estas circunstancias el cuerpo vibra, aumentando de forma progresiva la amplitud del movimiento tras cada una de las actuaciones sucesivas de la fuerza.
Esto es lo que le ocurre a la siguiente copa del vídeo, su frecuencia natural es similar a la emitida por la resonancia; por lo que las oscilaciones de la copa son muy grades, tanto como para romperla.
Investigadores del Centro de Investigaciones en Energía en Temixco, desarrollaron un novedoso sistema productor de hielo que no requiere energía eléctrica, sino solar, y que puede ser construido con materiales de fácil adquisición así como la posibilidad de hacer llegar aparatos de refrigeración a comunidades que carecen de electricidad.
A diferencia de los sistemas de compresión mecánica, los sistemas de absorción no funcionan con electricidad. En ellos se sustituye el compresor que se utiliza en los refrigeradores comerciales por un Colector Cilíndrico Parabólico (CPC) que opera como un generador-absorbedor concentrando los rayos del sol en una línea focal donde se coloca un tubo o tanque de almacenamiento. En este se encuentran los fluidos de trabajo (amoniaco y nitrato de litio). Al calentarse, estos dos líquidos se separan, el amoniaco vaporizado pasa al condensador, donde se licua y se almacena. Por la noche, se abre una válvula de expansión y vuelve al estado líquido reduciendo su presión y temperatura y congelando en el evaporador el agua contenida en las bandejas. El amoniaco se recircula de nuevo al generador para ser reutilizado al día siguiente del mismo modo.
En ningún momento se da un trabajo mecánico ni participa la electricidad, sólo el calor que, mediante un proceso termodinámico, condensa y gasifica el amoniaco, el cual es reabsorbido por el nitrato de litio.
El prototipo desarrollado por los investigadores universitarios produce unos 10 kilos de hielo al día; pero se puede escalar a un tamaño más grande sin que pierda eficacia, pudiendo llegar a los 50 kg.
Una fila de 13 torres de piedra que coronan la ladera de una montaña costera en Perú conforman el observatorio solar más antiguo del hemisferio occidental. El sitio de 2.300 años de antigüedad remite a una sofisticada cultura que usó el espectacular alineamiento del sol y las estructuras para efectos políticos y ceremoniales.
El lugar, denominado las Trece Torres de Chankillo (imagen), abarca con precisión los arcos de la salida y la puesta anuales del sol, cuando se les ve desde dos puntos de observación especialmente construidos para tal fin.
«Miles de personas podrían haberse reunido para observar impresionantes eventos solares. Estos eventos podrían haber sido manipulados en función a una agenda política,» dijo Ivan Ghezzi, quien hizo el descubrimiento mientras era estudiante de la Universidad de Yale.
Chankillo es un extenso centro ceremonial de varios kilómetros cuadrados. Tiene una estructura bien fortificada en la cima de la colina, gruesos muros y parapetos. Pero nadie había entendido la presencia de una hilera de torres a lo largo de 300 yardas, plantadas en una colina cercana, como espinas en la espalda de un dragón.
Ghezzi afirmó que se sabe muy poco acerca de la gente que construyó Chankillo, pero habrían precedido a los Incas por varios siglos.
Al investigador no le sorprendió el hallazgo de un observatorio tan antiguo y afirma que Perú es una de las fronteras arqueológicas inexploradas en el mundo. «Esta clase de conocimiento es esencial para la supervivencia, para navegar, para seguir animales y regresar a tu lugar de origen, para hacer un seguimiento de las estaciones,» sostuvo Ghezzi.
Físicos de la Universidad de Manchester y del Instituto Max Planck han desarrollado el material tecnológico más delgado del mundo, una membrana de tan sólo un átomo de grosor que, según sus autores, revolucionará la electrónica y facilitará la investigación sobre nuevos medicamentos.
Este logro, publicado en la revista Nature, asegura que la nueva membrana podría usarse para filtrar gases, construir aparatos electrónicos ultra-rápidos y analizar moléculas con extrema precisión, una utilidad esta última que contribuiría a acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos.
Hasta ahora, se había conseguido crear materiales similares a esta nueva membrana, pero siempre adheridos a otros elementos. El nuevo material está hecho de grafeno, una estructura de carbono que permite a los electrones viajar distancias sub-micrométricas sin dispersarse y más rápidamente que cualquier otro transistor.
El verdadero desafío ahora es hacer que sea barata para que pueda ser usada en aplicaciones a gran escala.
Pues aquí tenemos el vídeo de estos sorprendentes hechos, donde vemos un chimpancé, utilizando una rama a modo de lanza que sujeta primeramente con la mano y luego con la boca para finalmente cazar un gálago y comérselo.
Según publica la revista Nano Letters, ingenieros estadounidenses del Rensselaer Polytechnic Institute de Troy han descubierto la forma de controlar el flujo de agua a través de membranas de carbono del tamaño de nanotubos. Estas, rechazan de manera natural el agua, canalizándola e, incluso, tienen la capacidad de controlar su flujo y de detenerlo, utilizando leves cargas eléctricas.
Esto se lograría ajustando e invirtiendo los voltajes, y además se trata un sistema de filtración ligero y económico, extremadamente eficiente, y con una precisión sin precedentes. Entre las varias aplicaciones que tendría, la más importante sin duda sería la de desalinizar el agua del mar para convertirla en potable, pero incluso se podría separar de forma inmediata una hebra específica de ADN de la cadena biológica original.
Pese a que los presentan un alto nivel de rechazo al agua, se suministra a la membrana del nanotubo un potencial positivo pequeño, de sólo 1,7 voltios, y al agua un potencial negativo. De esta forma, los nanotubos dejan rápidamente de repeler el agua para pasar a bombearla a través del tubo. Sólo con invertir la polaridad de los nanotubos, el equipo descubrió que podían poner en marcha o detener el flujo del agua a través de ellos. Si se administra una pequeña carga positiva, el agua se mueve por el tubo, y cuando la carga se invierte, el agua deja de fluir.
La Nasa ha anunciado que retrasará entre cuatro y seis meses el primer vuelo realizado por humanos a la Luna con el vehículo Orion, debido a restricciones presupuestarias, asegurando que la nave, que sustituye a los actuales transbordadores, no saldrá hasta principios de 2015. El Orion es un vehículo espacial destinado a viajar a la Luna y posteriormente a Marte.
En una comparecencia ante el Comité de Comercio del Senado, Griffin reconoció que «simplemente no tenemos el dinero disponible«. Las restricciones presupuestarias son de 545 millones de dólares y se deben a la diferencia entre lo solicitado por el presidente Bush y lo aprobado posteriormente por el Congreso.
Según el calendario de la NASA, se espera que se retiren los transbordadores espaciales en 2010, por lo que pasarían cinco años hasta que se realice una nueva actividad espacial. Esto supondría un problema, ya que «cuando no vuelas cuatro o cinco años la gente se queda trasnochada y las instalaciones se deterioran. No es bueno», añadió el administrador general de la NASA.
Griffin advirtió de que existe peligro de que en el lapso en que Estados Unidos no realice viajes, otros países podrían asumir la delantera en la carrera espacial.