Una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y realizada por científicos de la Universidad de California, revela que los seres humanos modernos mantienen el instinto de supervivencia a pesar de que las comodidades de la sociedad del bienestar parecen haberlo dormido.
Los investigadores aseguran que han encontrado evidencias que la selección natural moldeó mecanismos en los cerebros de nuestros antepasados especialmente para prestar la atención a otros seres humanos y animales que podían suponer un peligro, y esta característica perdura hasta nuestros días.
La selección natural necesita de un largo plazo para modificar de nuevo una estructura, nuestros antepasados desarrollaron la imprescindible supervisión de los depredadores que los rodeaban, tigres, leones, etc… y pese a que las cosas han cambiado mucho desde entonces, nuestro instinto tarda mucho más en cambiar que la evolución de la sociedad.
Veo en Genciencia un interesante experimento que se puede realizar simplemente con un poco de acetato sódico y agua, mezclado en una simple olla. El resultado es espectacular, como podemos ver en el vídeo, al tocarlo se convierte literalmente a estado sólido.
La realización es muy sencilla, primero debemos poner a hervir el agua en la olla, cuando esta hierva, añadimos el acetato y removemos continuamente hasta que llegue el punto de saturación, es decir, que el agua no sea capaz de disolver más acetato. Finalmente, pasamos el contenido de la olla a un recipiente que enfriaremos en la nevera.
Y «milagro», simplemente tocándolo veréis la espectacular reacción que se desencadena.
Parece que esta vez si va en serio el anuncio, y es que según publica New Scientist, se han desarrollado los primeros chips para el futuro ordenador cuántico por dos equipos estadounidenses.
Se trata de investigadores del National Institute of Standards (NIST) y la Yale University, que han logrado conectar 2 qubits (bits cuánticos) en un chip por primera vez, transfiriendo información a través de un «bus cuántico». Este bus está se fabrica como una cavidad que atrapa un solo fotón como una onda.
Además, han logrado utilizar el bus para almacenar datos a corto plazo, concretamente 10 nanosegundos, una vez cifrada la información hasta la transferencia al otro qubit. Los dos grupos trabajaron de forma similar, pero mientras el equipo de NIST utilizo silicio para fabricar el chip, los investigadores de la Universidad de Yale lo hicieron sobre zafiro. En cualquier caso, en ambos prototipos, el bus entre los dos qubits tiene una longitud de entre 5 y 7 milímetros.
Esta noticia si me produce buenas vibraciones, la cosa parece que evoluciona por el camino correcto, y no como aquella presentación del primer ordenador cuántico anunciada a bombo y platillo y que resultó ser cuanto menos, un fiasco.