Mediante la introducción de una mutación genética en ratones, un grupo de investigadores ha creado el primer modelo preciso de autismo en un animal, según han presentado en la reunión anual del American College of Neuropsychopharmacology.
Este modelo animal puede suponer un a enorme ayuda para que los investigadores comprendan mejor la función cerebral anormal los seres humanos con trastornos del espectro autista (TEA), y así mejorar las estrategias de tratamiento.
Las personas con autismo clásico muestran distintos tipos de síntomas: interacción social limitada, problemas con la comunicación verbal, etc… Las características del autismo por lo general aparecen durante los primeros tres años de la niñez y continúan a lo largo de toda la vida. Aunque no existe una «cura», el cuidado apropiado puede promover un desarrollo relativamente normal y reducir los comportamientos considerados inapropiados. Las personas con autismo tienen una esperanza de vida normal.
Estas conductas vienen dadas por una serie de diferentes trastornos neuropsiquiátricos, los más importantes con el síndrome X Frágil y el síndrome de Rett, que son los dos trastornos que han provocado en los ratones modificados genéticamente. «Con esta investigación, podemos estudiar los cambios en el cerebro que conducen a comportamientos autistas, y esto, puede ayudarnos a entender más sobre la progresión y el tratamiento de los desórdenes«, asegura Craig M. Powell, neurólogo y psiquiatra de la Universidad de Texas.
Para conseguir estos ratones, el equipo de investigadores reemplazó 3 genes normales por 3 genes asociados con el autismo en humanos, consiguiendo un ratón con un autismo muy similar al de los humanos. De hecho, este pequeño cambio es muy similar al que se produce de forma natural en algunos pacientes. El Dr Powell observó como estos ratones reflejaban claros signos de autismo, mostrando una disminución en la interacción social con otros ratones y ansiedad. La coordinación y la sensibilidad del dolor, no se vieron afectadas.
Además, los ratones mostraron una mayor capacidad de aprendizaje espacial, que puede parecerse al aumento de la capacidad cognitiva, caso ya visto en humanos, personas que tienen una grave discapacidad mental o de desarrollo pero extraordinarias capacidades mentales. El caso probablemente más famoso, bautizado como «Rain Man» en honor a la película, ya locomenté en una ocasión.
No cabe decir que ahora empieza todo un proceso de pruebas con estos ratones para comprobar su respuesta a diferentes fármacos, con el importante fin de encontrar una posible solución a esta enfermedad.
Fuente: Physorg