Cada vez son más las alternativas ecológicas para la producción de energía, parece que la sociedad se va concienciando y surgen sorprendentes proyectos como este de Alex y Dominic Michaelis, que pretenden aprovechar las cálidas aguas del Trópico para crear una especie de islas energéticas que serían auténticas centrales dedicadas a la producción de electricidad en medio del océano.
Esto se lograría aprovechando la diferencia de temperatura entre el agua de la superficie marina, ya que hay zonas con variaciones entre 29ºC y 5ºC, creando un ciclo para aprovechar esta energía térmica y transformarla en eléctrica para su posterior utilización.
El sistema utiliza el agua caliente para calentar amoníaco que rápidamente pasaría a estado vapor, este vapor, como en cualquier central térmica, movería una turbina para producir electricidad. El amoníaco se recircularía hasta las profundidades donde debido a las bajas temperaturas se enfriaría y recuperaría su estado líquido, listo para un nuevo ciclo.
Los investigadores además aseguran la posibilidad de utilizar estas islas para generar agua lista para el consumo humano, así como producir combustible de hidrógeno muy útil en un futuro, ero no sólo eso, también dotarían a la isla de paneles solares, molinos de viento y turbinas subacuáticas para aprovechar las corrientes marinas. Vamos, un todo en uno integrado capaz de generar 250 megawatios y 300 millones de litros de agua potable todos los días.
Fuente: El Mundo
Un científico danés aseura que todas las personas que poseen ojos azules descienden de un único y común ancestro. Parece ser que el marrón es el color original de los ojos en los humanos, por eso la mayoría de los habitantes del mundo los tienen de este color. El color azul vendría provocado por una mutación genética, ocurrida en una sola y única persona, y que ha pasado a las siguientes generaciones. El descubrmiento ha sido publicado en la revista científica Human Genetics.
Este científico, llamado Hans Eiberg, es profesor del Instituto Pamun de la Universidad de Copenhague y ha descubierto que la mutación es la que bloquea la producción de la melanina, el pigmento que produce el color marrón de los ojos. Los más destacable es el hecho que esta mutación ocurrió una sola vez en toda la historia de la humanidad. Eiberg ya había descubierto un cromosoma que apuntaba hacia el OCA2, el gen que decide el color de los ojos en las personas.
Para llegar a esta conclusión se ha analizado el ADN de turcos, israelitas y asiáticos que tienen la piel oscura pero los ojos azules. Todos tienen la misma secuencia en una parte del ADN donde, por el contrario, las personas que tienen los ojos marrones tienen variaciones.
Según los cálculos de Eiberg, esta mutación ocurrió hace unos 6.000 o 10.000 años y subraya que la evolución de los individuos con ojos azules ha ido muy bien. «Una mutación en una sola persona se ha convertido en 300 millones de copias en 150 millones de personas. Tiene que ser algo relacionado con la selección sexual positiva de los que tienen ojos azules» asegura.
Fuente: JM Noticias