Parece ser que la felicidad también está en los genes, o al menos eso cree un grupo de expertos que aseguran que nuestro nivel de felicidad en la vida está fuertemente influido por los genes que tenemos al nacer.
En la revista especializada Psychological Science, relatan que estos científicos, de la Universidad de Edimburgo basaron su estudio en gemelos y mellizos, y sugieren que los genes podrían controlar la mitad de los rasgos de la personalidad que nos proporcionan felicidad. La otra mitad está vinculada al estilo de vida, la carrera profesional y las relaciones.
A pesar de este importante hecho, si nuestros genes no están mucho por la labor de hacernos felices, podemos entrenarnos para estar más contentos, aseguran los investigadores.
Para llegar a estas conclusiones se analizaron 900 pares de mellizos, debido a que los gemelos idénticos son genéticamente iguales mientras que los mellizos no lo son, y de este modo, era posible comparar los dos grupos para calcular qué grado de influencia tiene la genética en un rasgo particular. Las tres variables analizadas eran la tendencia a no preocuparse, si eran sociables y concienzudos.
Las diferencias entre los resultados entre gemelos y mellizos sugiere que esos rasgos estaban en un 50% influidos por factores genéticos.
«Aunque la felicidad está sujeta a un amplio rango de influencias externas hemos encontrado que hay un componente hereditario de felicidad, que se explica totalmente por la arquitectura genética de la personalidad», asegura el doctor Alexander Weiss, encargado de la investigación.
Fuente: BBC Ciencia
Tres niños nacidos en EE.UU. tienen revolucionado al Hospital Universitario North Shore en Long Island. Son idénticos y no existen métodos médicos para diferenciarlos.
Allison Penn dió a luz trillizos (Logan, Eli y Collin Penn) a partir de un solo embrión, dijo el doctor Víctor Klein, quien recibió a los niños y es especialista en nacimientos múltiples y embarazos de alto riesgo. Fueron engendrados por fertilización in vitro y para reconocerlos, sus padres les pintaron una uña distinta a cada uno.
Este fenómeno es el primer caso conocido de trillizos a partir de un sólo embrión, de hecho, trillizos idénticos nacen a una tasa de uno entre 60.000 y de uno entre 200 millones, dependiendo de la investigación sobre la que se base. En la mayoría de las fertilizaciones asistidas se implantan dos o tres embriones en el útero para asegurar los nacimientos múltiples, pero a la madre de estos recién nacidos sólo se le colocó uno.
Fuente: Agencias
Según un estudio realizado en ratones por investigadores de la Universidad de California que se publica en la revista Cell Stem Cell, las células madre de la sangre se originan y se nutren en la placenta.
Este descubrimiento podría permitir a los investigadores imitar el microambiente embrionario específico necesario para desarrollar células madre de la sangre en cultivos celulares y conseguir producirlas para su uso en el tratamiento de enfermedades como la leucemia y la anemia aplástica.
«Es la primera vez que podemos decir de forma definitiva que las células madre de la sangre se originan en la placenta. Se acabó la especulación», aseguran los investigadores, que ahora trabajan para comprobar el descubrimiento en humanos, puesto que estos resultados se obtuvieron en un estudio en ratones.
En la actualidad los científicos pueden hacer que las células madre embrionarias se conviertan en todos los tipos de células de la sangre, como los glóbulos rojos y las plaquetas, pero no pueden producir células madre de la sangre que se autorrenueven o se repliquen y que no se diferencien de forma prematura cuando sean trasplantadas a los pacientes. La única forma en la que pueden conseguir esto es manipulando el núcleo de las células con genes mediante retrovirus.
Con este nuevo descubrimiento, la placenta tendría el potencial para producir células madre hematopoyéticas con capacidad de diferenciación completa para crear las principales líneas de células sanguíneas. La placenta actúa como un tipo de guardería para estas nuevas células madre sanguíneas, proporcionándoles la primera educación que necesitan.
Fuente: Europa Press