Un grupo de investigadores internacionales del Hinxton Group, ha asegurado que en unos cinco años se podrían modificar las células normales del cuerpo humano (células somáticas) para convertirlas en gametos (espermatozoides u óvulos).
A finales de 2007 ya se anunció la la posibilidad de obtener células pluripotenciales (aquellas que tienen la capacidad de convertirse en cualquier otro tipo de célula especializada) a partir de células de la piel.
Según publica Science, esto también permitiría convertir esas células adultas en células reproductoras abriendo la puerta a la reproducción de personas que hasta ahora la tienen cerrada.
Desde el punto de vista teórico, esto permitiría obtener óvulos y espermatozoides de una misma persona, con el debate ético que esto podría ocasionar, pues un embrión fecundado a partir de ellos tendría como padre y madre a la misma persona. Y por supuesto, la creación de embriones cuyos padres fuesen del mismo sexo.
Fuente: ADN
Plantar margaritas, tulipanes o rosas en la Luna como parte del desarrollo de una base habitada permanente es la propuesta de Bernard Foing, científico de la Agencia Europea del Espacio.
Para lograrlo, Foing argumenta que debemos empezar a instalar celdas que protegerían las semillas plantadas en suelo lunar y que nos permitieran observar cómo las condiciones en el satélite natural de la Tierra modifican el crecimiento de la planta.
Foing aseguró que la aplicación práctica sería el abastecimiento de comida a una base lunar y que con éste se podría aprender cómo se puede tener una agricultura sostenida fuera de la Tierra. Existe la posibilidad de hacer crecer plantas en la Luna utilizando ciertos tipos de bacterias que extraerían del suelo lunar los nutrientes para alimentarlas, además de permitir la germinación y floración y protegerlas de sustancias dañinas y evitar su envenenamiento.
El investigador de la ESA consideró que en 10 años podrían disponerse de pequeños jardines lunares atendidos por robots para que «los astronautas ya tengan su edén cuando lleguen a la Luna».
Respecto a la necesidad de agua, Foing explicó que se están estudiando sistemas de recuperación del líquido para reducir la cantidad que habrían que transportar.
Un bonito sueño que es muy probable que se haga realidad para la base lunar prevista en 2020.
Fuente: EFE
Estamos hartos de escuchar que el tamaño no importa, ¿Y en el cerebro? Pues sí, parece ser que si influye cuando de memoria se trata.
Una reciente investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Oregon, ha determinado que existe una clara relación entre el volumen del cerebro de una persona y sus riesgos de deterioro mental y pérdida de memoria. La clave está en una región del cerebro llamada hipocampo, que se cree está relacionada con la memoria.
El estudio afirma que las personas que tienen un hipocampo más grande tienen menos riesgo de sufrir pérdida de memoria.
«Este hipocampo más grande podría ayudar a proteger a estas personas de los efectos relacionados a los cambios cerebrales vinculados a la enfermedad de Alzheimer» afirmó la doctora Deniz Erte-Lyons, directora del estudio.
Para llegar a esta conclusión los científicos analizaron los cerebros de 12 personas que al morir tenían perfecta memoria y habilidades de pensamiento para posteriormente compararlos con cerebros de otros 24 individuos quienes se les había había desarrollado el mal de Alzheimer antes de morir.
Los científicos descubrieron que el volumen del hipocampo de las personas con capacidades cognitivas intactas era hasta 20% más grande que los de las personas con demencia.
Los investigadores consideran precipitado pensar en esta técnica para detectar prematuramente casos de Alzheimer pero no lo descartan y creen que esta información también puede ayudar en el desarrollo de nuevos medicamentos y terapias.
Fuente: BBC Ciencia