En 3 años que llevo escribiendo en el blog esta es la primera noticia que ocurre en mi ciudad natal, Terrassa, con lo que automáticamente pasa a ser una de esas noticias que le tienes cariño 😀 . El caso es que se han hecho eco de la noticia varios diarios y pese a que quizá no sea un gran avance, ni un salto importante en alguna rama de la ciencia, ni un descubrimiento extraordinario, seguro que en un futuro nos será muy útil 😉
Los responsables del invento han sido investigadores del Centro Tecnológico Leitat, y han desarrollado un «chubasquero tecnológico» que incorpora un sistema de comunicación, paneles de diodos luminosos para mejorar la visibilidad del usuario de la prenda y un parche lumbar calefactor.
Esta prenda, que ya está en proceso de industrialización, pesa unos 300 gramos más que un chubasquero normal, según ha explicado Javier Jiménez, investigador de este centro. El chubasquero tecnológico, como otros, protege de la lluvia y está diseñado para trabajos en equipo, por ejemplo, en un muelle de carga industrial o equipos de operarios de la construcción. Pero también para practicar deportes de montaña, como esquí o snowboard.
El centro tecnológico de Leitat lleva un año y medio trabajando en la investigación y desarrollo de esta prenda, que, si se fabricara en España, podría costar entre 50 y 70 euros más del precio base de la chaqueta.
Jiménez ha señalado que en el chubasquero se ha instalado un sistema de comunicación de frecuencia comercial que posibilita la comunicación entre usuarios de la misma prenda o con «walkie talkies» de la misma frecuencia, incorporando una antena textil en el cuello, que hace de emisor y receptor, además de un auricular y micrófono.
En cuanto a la mejora de la seguridad, la chaqueta tiene unos paneles de diodos luminosos LEDs (Light Emitting Diode) que en posición fija o intermitente advierten de la presencia de una persona en una distancia de hasta 50 metros.
El confort de este chubasquero no se ha descuidado, y se ha incorporado un parche lumbar calefactor que mantiene una temperatura de hasta 38 grados en la espalda, y que tiene una autonomía de dos horas, lo que puede ser un beneficio para los trabajadores de un muelle pesquero, sobre todo, por la noche.
Además su autonomía es muy buena, las luces pueden durar días en activo sin necesidad de cargar las baterías.
Fuente: EFE
Imagen: Solar ikon