Por explorado que esté, nuestro planeta aun es capaz de depararnos bonitas sorpresas, en esta ocasión un poquito a las afueras, y es que se ha descubierto la existencia de una fina cobertura de plasma alrededor de la Tierra.
Parece ser que esta cobertura forma parte de la magnetosfera, una región alrededor de un planeta en la que el campo magnético de éste desvía la mayor parte del viento solar formando un escudo protector contra las partículas cargadas de alta energía procedentes del Sol.
La cobertura de plasma descubierta es una tenue región que se inicia en el lado nocturno del planeta y envuelve el lado diurno pero se apaga gradualmente en el lado de tarde cubriendo por lo tanto, sólo tres cuartos del camino alrededor del planeta. Las partículas que lo forman están cargadas de baja energía.
“Hemos reconocido todas las otras regiones durante mucho tiempo, pero la cobertura de plasma era algo difuso que quedaba en el fondo sobre lo cual no teníamos suficiente información para que destacase. Cuando hemos tenido suficientes piezas, ¡allí estaba!”, aseguraron los investigadores.
Un astronauta llamado Don Pettit grabó varias imágenes de la Aurora Boreal mientras trabajaba en la Estación Espacial Internacional. Y con ellas ha realizado un excelente vídeo donde podemos ver el movimiento de este bello fenómeno sobre nuestro planeta.
Comer poco es la manera más efectiva para tener una vida más longeva, según un estudio de científicos japoneses que publica la revista Nature.
La conclusión viene del estudio del efecto que tiene la enzima RHEB-1 en la duración de la vida y de cómo este componente se altera en función de la ingesta calórica de cada individuo.
La investigación se realizó con una especie de gusanos de tierra, pero el equipo de la Universidad de Kioto que realizó el estudio, afirma en su trabajo que la teoría es aplicable también a los mamíferos en general.
Según este estudio, «la restricción alimentaria es la intervención más eficaz y más reproducible para extender la esperanza de vida en especies completamente diferentes». En los mamíferos, se ha constatado la existencia de dos regímenes alimentarios que tienen una clara incidencia a la hora de prolongar la vida y de reducir el número de problemas de salud relacionados con el envejecimiento.
El primero de ellos es el «ayuno intermitente», capaz de incrementar los años de vida incluso en el caso de que la reducción de la ingesta de calorías sea escasa e incluso inexistente. El segundo es «la restricción calórica crónica», que implica una reducción constante y mantenida en el tiempo de los alimentos ingeridos y que también influye en la citada enzima.
En el experimento con gusanos de la especie «Caenorhabditis elegans» pudieron comprobar que aquellos que dejaban de comer durante dos días incrementaron en torno a un 50 por ciento su longevidad.
Además, los gusanos que ayunaban cada dos días eran más resistentes a los procesos de «estrés oxidativo» y mostraron menos síntomas de declive físico relacionado con el envejecimiento que sus congéneres a los que se dio libertad para comer cuanto quisieran.
Sin duda, una noticia nada propicia para las fechas venideras, inundadas de copiosas comidas familiares, mejor a partir de enero nos lo pensamos…