Nos encontramos ante los primeros resultados exitosos de un programa experimental de desarrollo e implante de vista artificial, que es la gran esperanza de muchísimas personas invidentes.
Se trata ni más ni menos que de implantar ojos biónicos, y una de las tres personas que se ha sometido a la operación ha recuperado la visión tras 30 años sin poder ver.
El paciente de 73 años fue sometido a la cirugía ocular hace siete meses en el Hospital de Ojos Moorfields, en Londres, y asegura que ahora puede seguir líneas blancas en el camino e incluso elegir sus calcetine.
Estos ojos biónicos, bautizados como Argus II, están conectados de manera inalámbrica a unas gafas de sol que tienen una cámara y un procesador de video que captan lo que el paciente ve y lo convierten en señales eléctricas.
Estas señales son enviadas a la retina artificial y ésta a su vez estimula, por medio de electrodos, los nervios residuales de la retina que producen un impulso en el nervio óptico. Este a su vez, envía mensajes al cerebro, que puede percibir patrones de luz y manchas oscuras.
«Las pruebas hasta ahora han sido muy alentadoras porque han demostrado que el aparato es un avance real y tangible en el tratamiento de pacientes con pérdida total de visión», aseguraron sus desarrolladores.
Fuente: BBC Ciencia
Según han señalado astrónomos estadounidenses y ha publicado la revista Nature, dos inmensos agujeros negros parecen estar orbitando el uno en torno al otro, en una especie de «baile cósmico» en el centro de una galaxia lejana.
Se trata de dos agujeros negros supermasivos, que son objetos celestes con una gran atracción gravitacional, y se encuentran atrapados en una órbita a unos 5.000 millones años luz de la Tierra.
Estamos ante la mejor evidencia hasta la fecha de dos agujeros negros que se orbitan mutuamente, y algunos astrónomos aseguran que en un futuro podrían fundirse en un agujero negro de mayor tamaño.
El menor de los dos agujeros negros posee una masa 20 millones de veces mayor a la del sol, mientras que el más grande posee 1.000 millones de veces la masa solar. Orbitarse entre sí les lleva cerca de 100 años y están ubicados a unas 3/10 partes de un año luz el uno del otro.
Fuente: Europa Press
Últimamente las noticias nos llevan más a casos que hasta hace muy poquito sólo estaban en la cabeza de los amantes de la ciencia ficción y los guionistas de Hollywood. Este es uno de esos casos, el desarrollo de un casco que simulará sensaciones y vivencias que técnicamente serán indistingibles de las reales.
Hasta ahora, la realidad virtual únicamente permitía estimular algunos sentidos por separado, por lo general la vista y el oído, éste era su límite, pero esto puede cambiar en un futuro muy cercano gracias a un proyecto desarrollado por universidades británicas con el que se podría llegar a estimular los cinco sentidos a la vez.
Estamos ante la «virtualidad real», viajar desde el sofá o ser el protagonista de la última película de acción en primera persona.
El casco tiene una enorme pantalla en la que se visualizarían las imágenes y unos auriculares que recogerían los sonidos. Se complementaría con unos guantes con los que se generaría una experiencia táctil, y un sensor que se introduciría en la boca y provocaría los sabores.
Por ahora, se trata únicamente de un proyecto, pero puede convertirse en realidad en un plazo de cinco años, si se consigue la financiación que se precisa.
Esta innovación tendría múltiples aplicaciones en el mundo empresarial, ya que permitiría celebrar reuniones virtuales desde distintos lugares físicos y en el de la educación, porque permitiría a los niños hacer viajes en el tiempo. Otra aplicación sería la medicina, ya que posibilitaría la realización de operaciones virtuales, reproduciendo olores y texturas, o hacer seguimientos de operaciones a distancia.
Fuente: El Mundo Ciencia