El «Gran Hermano» llegará a las profundidades marinas
Parece que el Gran Hermano llega también a las profundidades oceánicas, ni los peces más esquivos lograrán escaparse de este enorme ojo que todo lo ve, y es que se está desarrollando un ambicioso proyecto bautizado como Red Oceánica de Seguimiento (OTN), una red de sensores instalados en los fondos marinos para que los científicos sigan el movimiento de las especies marinas y controlar las condiciones oceánicas.
En Estados Unidos y Canadá ya se utilizan redes de este tipo, como la POST (Pacific Ocean Shelf Tracking), que permite que transmisores instalados en los cuerpos de los peces envíen información a receptores acústicos instalados en el suelo oceánico. Con una cobertura de 1.750 kilómetros, este programa ha dado a conocer las rutas que siguen los jóvenes salmones que nacen en los ríos canadienses y estadounidenses. Existe otro, denominado TOPP (Tagging of Pacific Pelagics) para seguir a miles de animales pertenecientes a 21 especies, entre ellas ballenas, atunes, elefantes marinos, tortugas y tiburones.
Ahora, el obejtivo es mucho más global, expandir la red a 14 regiones oceánicas, incluidas el Ártico, el Mediterráneo y el Golfo de México, instalando de aquí en cinco años unos 5.000 receptores submarinos y creando 60 líneas de seguimiento en las 14 regiones oceánicas.
Este despliegue permitirá controlar hasta un millón de animales provistos con transmisores que recopilan información sobre movimientos y datos biológicos, aunque también referentes a temperatura y salinidad de las aguas marinas. Esta información será de extremo valor en el estudio del cambio climático y sus efectos en los océanos, así como en las especies que los habitan.
Fuente: Consumer