El Pentágono experimenta con una armadura transparente
El Pentágono está experimentando con una armadura transparente fabricada a base de aluminio que es más fuerte y resiste mejor los proyectiles que los antiguos cristales blindados, aunque tiene menos de la mitad del peso y del grosor de los blindajes actuales.
La nueva armadura es capaz de detener los proyectiles de armas diseñadas para atravesar los cristales de tanques y de otros vehículos bélicos y resiste incluso los proyectiles que típicamente se lanzan contra las aeronaves, informa la Air Force Materiel Command Air de Estados Unidos.
El Air Force Research Laboratory Materials and Manufacturing Directorate se encarga ahora de hacer las pruebas -en colaboración con el Army Research Laboratory de Aberdeen y el Research Institute, de de la Universidad de Dayton (Ohio)- de este revolucionario blindaje (en inglés bautizado con las siglas de ALONtm), con la intención de sustituir los cristales blindados (fabricados con varias y pesadas capas de vidrio) que actualmente se utilizan para vehículos blindados de tierra y aire.
El ALONtm es aluminio transparente comprimido con gran fuerza. Comparado con el cristal, es mucho más fuerte y mucho más ligero. Los tradicionales blindajes transparentes están hechos con capas de cristal unidas, pero éste combina piezas de ALONtm en forma de placas, una sección intermedia de cristal, y otra de un polímero reforzante. Cada una de las capas es notablemente más fina que las capas tradicionales para los blindajes.
Mayor durabilidad
El propósito de esta armadura es aumentar la protección de los militares que se encuentren en combate. El material ALONtm no se ralla y ofrece una gran resistencia a los impactos. Además, es más fuerte y resiste mejor los proyectiles, con menos de la mitad del peso y del grosor de los antiguos cristales blindados.
En una de las demostraciones realizadas con este material, se utilizaron rifles de gran calibre, cuyas balas atravesaban cristales blindados, pero no pudieron atravesar el blindaje del ALONtm. En pruebas consecutivas, el ALONtm resistió incluso los proyectiles que típicamente se lanzan contra las aeronaves. En la actualidad, se están probando balas de mayor calibre y explosivos improvisados.
Para aumentar su capacidad protectora, este material sólo necesita aumentar unos milímetros su grosor, al contrario que los cristales blindados, cuya eficacia depende de la suma de capas y más capas.
La posibilidad de aumentar la eficacia con una sola cantidad añadida de material resulta muy ventajosa y permite reducir el peso del blindaje considerablemente. De esta forma, es más sencillo integrarlo en el vehículo que se desea proteger.
Asimismo, este material presenta una mayor durabilidad que el otro, y no pierde tanta transparencia con el paso del tiempo, como sucede con la degradación de los cristales blindados, por lo que el ALOMtm puede durar varias veces más que un blindaje de cristal.
La capacidad de resistencia a los arañazos permite que la transparencia del blindaje se mantenga, lo que asegura la visibilidad en el campo de batalla para los soldados.
Para vehículos de tierra y aeronaves
El ejército americano está contemplando la posibilidad de utilizar este tipo de material en las ventanas de los vehículos de tierra, como el modelo bautizado como Humvee, fabricado por la casa alemana AGC (Armoured German Cars). Las Fuerzas Aéreas, por su parte podrían utilizarlo en aeronaves de vuelos bajos, como los modelos C-130 Hercules, la nave militar C-17 Globemaster III, el llamado A-10 Thunderbolt II, y también para helicópteros militares.
Precios desorbitados
El precio es la única pega de este material: los blindajes tradicionales cuestan unos 100 euros por metro cuadrado, mientras que los de ALONtm es una seis veces mayor. Este aumento se debe a los procesos de pulido y calentamiento de las piezas. En la actualidad, las piezas intentan reducirse al tamaño de baldosas –que unidas compondrían la pieza final- para disminuir el coste del producto.
Así, se intenta que éste sea más comercial. Además, su durabilidad porque no se araña rentabilizaría a largo plazo el blindaje, así como su adquisición en grandes cantidades para determinados proyectos militares.
Autor: Vanessa Marsh
Fuente: Tendencias21