Una amenaza se cierne sobre Europa

Escasez de agua, incendios forestales y desplazamiento hacia el norte de especies vegetales típicas son sólo algunos de los efectos del cambio climático que amenazan con alterar el paisaje que ha caracterizado a los países mediterráneos hasta ahora.

DesiertoLos cambios, que se cree tendrán lugar en Europa durante este siglo, afectarían con mayor intensidad los recursos naturales localizados tanto en las montañas como en las costas del Mediterráneo.

Esta es la conclusión a la que llegó la revista Science tras analizar la situación en 15 países del viejo continente.

«Entre todas las regiones europeas, la mediterránea resulta la más vulnerable al cambio climático. Se prevén múltiples impactos potenciales, relacionados principalmente con el aumento de las temperaturas y la reducción de las precipitaciones», asevera el estudio.

El análisis fue elaborado con modelos de computadora que pretendían determinar el impacto que factores como el cambio climático, la tierra e incluso los factores socio económicos tendrían en Europa. Se simularon el efecto que el aumento de temperatura tendría en la fertilidad de los suelos y la disponibilidad del agua a medida que los seres humanos se adecuan a esta situación, por ejemplo, trasladándose a nuevas áreas.


Futuro caliente

Como consecuencia de estas alteraciones se registra una pérdida en el potencial agrícola de la tierra.

«Si la sequía se incrementa, hay más posibilidades de que se produzcan incendios y que el terreno de las cosechas no sea el más adecuado. Esto también incide en la disminución de agua dulce disponible para las personas», comentó Dagmar Schroeter, coordinador del estudio.

Las proyecciones indican que el incremento de la temperatura se materializaría en 2,1 grados centígrados -en el mejor de los pronósticos- mientras que en el peor de los escenarios el aumento podría ser de 4,4 grados.

Las montañas fueron catalogadas como un área vulnerable debido a un aumento en la nieve que las cubre. Se calcula que en los Alpes la cota de nieve pasará de los actuales 1.300 metros de altura a 1.500 ó 1.750 metros a finales del siglo XXI.

Adicionalmente se advirtió sobre una modificación en las corrientes de los ríos.

«En invierno las precipitaciones caerán como lluvia en vez de nieve, lo cual modifica todo el sistema e incrementa las posibilidades de inundaciones en invierno y primavera», aseguró Schroeter.

Oscuro panorama

Existe, sin embargo, un aspecto positivo en medio de este desolador panorama. El informe detectó que una de las consecuencias de esta situación era la expansión forestal como consecuencia de una disminución en la demanda de la tierra para agricultura.

Estos espacios verdes serían entonces capaces de absorber el dióxido de carbono de la atmósfera. Pero esto no será por mucho tiempo.

«Hacia mediados del siglo el calor será tan intenso que en vez de absorber el carbono, los suelos empezarán a liberarlo, convirtiéndose en una fuente adicional en la emisión de gases efecto invernadero», agregó Schroeter.

El investigador también admitió que alrededor del globo habrá otras áreas que se verán afectadas más seriamente que Europa.

Por esta razón el estudio concluye que es fundamental que las naciones europeas desarrollen políticas orientadas a contrarrestar el efecto de estos cambios.

Fuente: BBC Ciencia