Basura espacial
Por todos es sabido que en la órbita geoestacionaria (a 36 36000 Km de la superficie de nuestro planeta) circulan gran cantidad de objetos alrededor de la Tierra. Actualmente ya se ha superado la barrera de los 5000, y de éstos, 3000 elementos están considerados como “basura espacial”.
Durante su vida útil, aportaron gran cantidad de información y permitían las comunicaciones entre ordenadores de todo el mundo.
El problema viene cuando envejecen y dejan de funcionar, son objetos fantasma orbitando libremente con tamaños que oscilan entre 15 cm y 1 metro de longitud.
Los de mayores dimensiones están controlados y describen órbitas conocidas y estudiadas, ya que una colisión de un cohete podría resultar una gran fatalidad, pero los más pequeños, de apenas 10 cm, no pueden ser tenidos en cuenta con total exactitud y también suponen un riesgo para las expediciones espaciales.
Uno de los ejemplos más curiosos es el del astronauta Edgard Hite. Durante un viaje espacial perdió un guante de apenas 30 cm. Y en el tiempo que estuvo por el espacio (sólo un mes antes de desintegrarse en la atmósfera) estuvo moviéndose a 28000 Km/h.
La Comisión Norteamericana de Defensa Aeroespacial (Norad) ha realizado varios estudios y ha comandado algunas expediciones para el control de este problema. Algunos de los datos sobre los que informó en 1989 indicaban que de los 19037 fragmentos de más de 10 cm que habían pululando por el espacio, aproximadamente 12000 entraron en contacto con la atmósfera y caído a la Tierra. Lo peor de todo es que por el momento no hay solución efectiva dada la dificultad de detectar todos los fragmentos.
Esperemos que la carrera espacial en pos de mejorar las telecomunicaciones y ampliar el universo conocido no convierta la órbita terrestre en una cáscara de desechos.
Fuente: Pc Actual