Ordenadores que imiten el cerebro de un gato
La Agencia de Defensa para Proyectos Avanzados del ejército estadounidense (DARPA) y empresas como IBM o HP están intentando desarrollar un proyecto que podría revolucionar la informática y producir sistemas capaces de funcionar como lo hace el cerebro de los mamíferos, concretamente, y para empezar, el de un gato.
La iniciativa, bautizada como SyNAPSE (Systems of Neuromorphic Adaptive Plastic Scalable Electronics) tiene la intención de realizar sistemas multichip neuronales capaces de dirigir un robot con la misma capacidad que un gato para interpretar su entorno, incluyendo cosas como el procesado de imágenes de video para extraer información o integración sensorial.
Con esto se conseguiría algo que hoy en día es impoensable, ordenadores capaces de actuar en situaciones del mundo real en las que intervienen diferentes posibilidades o actores. Estas máquinas serían capaces de imitar la sensación, percepción, acción, interacción y cognición, teniendo como un reto un bajo nivel de consumo de energía y tamaño compacto.
La nanotecnología también tendrá un papel muy importante en este desarrollo ya que ha progresado tanto que se podrían replicar en un hardware por lo menos 10 mil millones de sinapsis y 1 millón de neuronas por centímetro cuadrado.
«Si tenemos éxito a la hora de hacer que esta tecnología se haga realidad, podremos desplegar sistemas informáticos que puedan gestionar la ambigüedad, así como usar una amplia gama de sensores biológicos y no biológicos para actuar tal y como lo hace el cerebro», aseguró Dharmendra Modha, director de informática cognitiva de IBM.
Fuente: La Flecha
Neurología, Tecnología | 
Carlos Martin | diciembre 11, 2008
By Juan E. Díaz, mayo 6, 2009 @ 12:00 am
Pueden imitar todas las funciones cognitivas de distintos mamíferos, sin embargo, dudo mucho que haya algún dia chips con auto-consciencia, capaces de experimentar emociones sutiles en tanto estos sentimientos no sean solo auto-referidos, sino impliquen un darse cuenta intencional. Muchos investigadores se encojerian de hombros y dirian: ¿y eso como se prueba experimentalmente?
Y si localizaran el segmento cerebral específico de la consciencia, lo transferirian a un híbrido molecular, a un ordenador, o algo asi, y el filósofo diria: No es sino sólo un «daemon in machine». Pero, para unos y otros, el sentido de la experiencia existencial humana seguiría tan imperturbable como La Mona Lisa.