El primer satélite piloto de Galileo se lanzará el 28 de diciembre
El programa Galileo, que se encuentra en estos momentos en su fase de desarrollo, es un proyecto europeo similar al GPS estadounidense, pero diseñado desde el primer momento con fines civiles.
La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció que lanzará el próximo 28 de diciembre en Kazajistán el primer satélite piloto del proyecto Galileo, que pretende crear un sistema europeo de navegación por vía satélite que compita con el americano GPS.
En una ceremonia celebrada hoy en el Centro Europeo de Tecnología e Investigación Espacial (ESTEC), en la ciudad de Noordwijk, la ministra de Transportes holandesa, Carla Peijs, desveló que el primer satélite piloto recibirá el nombre de «GIOVE», que corresponde a las siglas en inglés de «Elemento Galileo en Orbita de Validación».
La ESA tiene preparados dos satélites pilotos: uno (GIOVE A) que lanzará el próximo diciembre y un segundo (GIOVE B) que será lanzado durante la segunda mitad de 2006 en caso de que el lanzamiento del primero sea un éxito y durante de los primeros tres meses de ese año en caso de que sea fallido.
Con estos dos satélites piloto, que cuentan con una vida de dos años, se pretende poner a prueba y «utilizar la tecnología desarrollada en Galileo y demostrar sus servicios», explicó a EFE el director del programa, el español Javier Benedicto.
Sin embargo, precisó, el hecho de que estos dos satélites sean pilotos es compatible con el inicio en la aplicación de los servicios de los satélites en la práctica.
El programa de desarrollo de Galileo continuará con el lanzamiento a finales de 2008 de los cuatro primeros satélites de la «flota» total, que consta de una constelación de 30 satélites, con una duración de entre 15 y 20 años y que estarán en órbita previsiblemente en el 2010.
Benedicto explicó que la importancia de Galileo reside primeramente en la necesidad y el interés europeo de contar con un sistema de navegación vía satélite propio, destinado a fines civiles y controlado por civiles, que sea independiente del norteamericano GPS (Global Position System), actualmente líder mundial.
Además, dijo, «es importante el uso de la tecnología más avanzada» ya que el sistema Galileo permitirá la emisión de 10 señales (en comparación con una sola señal enviada por el sistema GPS), que en la práctica se traduce en una precisión de hasta pocos centímetros a la hora de determinar una posición terrestre guiada por vía satélite.
Galileo se aplicará por ejemplo en «sistemas precisos para evitar accidentes, o en aterrizajes automáticos de aviones, con una fiabilidad muy avanzada y buenas prestaciones», explicó Benedicto.
En el terreno comercial será de gran utilidad en la elaboración de mapas cartográficos muy precisos.
En España se está desarrollando un sistema llamado «Tormes«, que utilizará el sistema Galileo para guiar a invidentes en sus rutas.
Una de las mayores novedades tecnológicas aplicadas en los satélites de Galileo es el uso de los llamados «relojes atómicos», que utilizan rubidio o hidrógeno, que son de gran precisión y de los que depende la exactitud para determinar la posición de los usuarios del sistema de navegación.
El director de ESA de los Programas Industriales de la Unión Europea, Giuseppe Viriglio, calificó Galileo de «programa único», que ofrece «garantía de servicio» y aspira a tener una cobertura mundial.
El portavoz de la empresa conjunta Galileo (GJU), Peter Marchlewski, declaró que además de los países de la Unión Europea, también Estados Unidos, Israel y China han firmado un acuerdo de cooperación en Galileo.
El coste del proyecto asciende a 1.200 millones de euros, provenientes de fondos públicos en la fase de desarrollo ahora en marcha; 2.200 millones para la fase de aplicación (1 tercio de capital público y 2 tercios de capital privado) y un coste medio de 220 millones por año, provenientes de capital privado, para el mantenimiento del sistema una vez consolidado.
A pesar de que en principio Galileo está pensado para usos civiles, algunos expertos implicados en el proyecto opinaron hoy que tampoco se pueden descartar su aplicación con militares, ya que ésta será finalmente una decisión de los Gobiernos nacionales.
A partir de su desarrollo y puesta en uso, sólo en Europa se crearán 150.000 puestos de trabajo altamente cualificados y los ingresos directos que generará superarán los 9.000 millones de euros.
Fuente: EFE