Vigilar los arrecifes de coral desde la órbita terrestre
Investigadores australianos han descubierto que el sensor MERIS del satélite Envisat es capaz de detectar el blanqueamiento coralino a una profundidad de hasta diez metros. Esto significa que el Envisat podría monitorizar los arrecifes coralinos afectados con una frecuencia de dos veces por semana.
El blanqueamiento coralino se produce cuando las algas que viven en simbiosis con los pólipos de coral vivos (y que aportan sus colores) son arrojadas al exterior. El coral blanqueado puede morir y afectar al ecosistema del arrecife, y por lo tanto a la industria pesquera, al turismo local y al sistema de protección de costas.
El blanqueamiento coralino se produce cuando las temperaturas marinas superan el máximo habitual de los veranos y también está ligado a la radiación solar. Dicha circunstancia puede producirse en puntos concretos y también de manera masiva. En los años 1998 y 2002 se produjo una proliferación de blanqueamiento, probablemente relacionada con el fenómeno de El Niño.
«El incremento de la frecuencia del blanqueamiento coralino podría constituir uno de los primeros efectos palpables del calentamiento global», afirma el Dr. Arnold Dekker, de la CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation) de Australia. «Lo que más nos preocupa es que los arrecifes de coral podrían superar un umbral de blanqueamiento crítico a partir del cual la regeneración sería imposible».
La observación aérea y desde embarcaciones es el método que se utiliza actualmente para detectar el problema, pero muchos arrecifes son inaccesibles o, sencillamente, demasiado extensos (la Gran Barrera de Arrecifes ocupa un área de 350.000 km2) para vigilar un fenómeno que se produce en un plazo de quince días. Los corales blanqueados pueden ser colonizados rápidamente por algas azul-verdosas o marrones, que son más difíciles de distinguir del coral vivo.
La alternativa es una cobertura por satélite recurrente, objetiva y a gran escala. En el taller de MERIS/AATSR celebrado en Frascati, Italia, durante esta semana, el equipo de CSIRO presentó los primeros resultados del uso del espectrómetro MERIS (Medium Resolution Imaging Spectrometer) situado a bordo del Envisat. El MERIS capta imágenes en 15 bandas espectrales distintas con una resolución de 300 m.
«Es necesario cartografiar el blanqueamiento coralino a escala mundial —aseveró Dekker—. Los satélites de alta resolución espacial sólo pueden hacerlo en unos pocos arrecifes, debido a los costes y a los problemas de cobertura. Necesitamos un sistema que ofrezca la cobertura adecuada y repita las visitas con frecuencia, con una cantidad suficiente de bandas espectrales y de sensibilidad. No existe sistema más idóneo que el MERIS».
El equipo estudió el arrecife de la isla Heron, situada en el extremo sur de la Gran Barrera de Arrecifes, que es sede de una estación de investigación de la Universidad de Queensland. Mediante el uso de MERIS en modo de resolución total, descubrieron que los cambios observados en la cubierta de coral vivo coincidían con la existencia de un fenómeno de blanqueamiento. En cada píxel completo de 300 metros de coral bajo un metro de agua, es teóricamente posible detectar un 2% de blanqueamiento de coral vivo. MERIS debería mantener una sensibilidad suficiente para detectar del 7% al 8% de coral blanqueado incluso a diez metros bajo el agua.
«La resolución total de MERIS abarca el mundo cada tres días; el embotellamiento de la monitorización mundial podría producirse al procesar los datos —concluye Dekker—. Sin embargo, es posible utilizar sensores que miden la temperatura superficial del mar, como el AATSR (Advanced Along Track Scanning Radiometer) del Envisat, para dar prioridad a los arrecifes sujetos a anomalías de calentamiento del mar, y centrar así la detección de blanqueamiento basada en el MERIS».
Fuente: ESA España