Un sorprendente fenómeno se ha dado a conocer en un congreso internacional de física espacial en Huntsville, si para muchos científicos esto era imposible, parece ser que sobre la superficie terrestre se abren portales magnéticos que conectan a nuestro planeta con el Sol, ubicado a una distancia de 150 millones de kilómetros.
Y no sólo el hecho de que curra es sorprendente, si no que son mucho más comunes de lo esperado. Por estos portales, fluyen toneladas de partículas de alta energía minetras el portal no se cierra. «Este fenómeno se conoce como evento de flujo de transferencia o FTE» señaló David Sibeck científico de la NASA. «Diez años atrás yo estaba seguro de que no existían, pero ahora la evidencia es incontrovertible» afirma el investigador.
El proceso mediante el que se crean estos portales ocurre en el lado del día terrestre (el lado más cercano al sol), donde el campo magnético de la Tierra se prensa contra el campo magnético del Sol aproximadamente cada ocho minutos. Los dos campos se fusionan brevemente formando un portal a través de la cual las partículas pueden fluir. El portal adopta la forma de un cilindro magnético del tamaño de la Tierra.
Estos portales tienden a formarse en el ecuador, moviéndose hacia los polos, en diciembre sobre el polo norte y en Julio sobre el sur, y lo más curioso y que los científicos no se explican es por qué se forman cada 8 minutos.
La evidencia es innegable, hasta el punto de que cuatro naves espaciales Cluster de la NASA y cinco sondas THEMIS de la agencia espacial Europea han volado a través de estos y rodeado los cilindros, midiendo sus dimensiones y detectando las partículas que golpean en ellas.
Fuente: El Universal
En la costa atlántica de Estados Unidos, entre las capas de sedimentos depositadas durante un antiguo evento de calentamiento global, se han descubierto unos fósiles magnéticos microscópicos muy curiosos y no visto anteriormente, con formas que asemejan lanzas y ejes, incluso uno con la forma de una “estrella de la muerte«, la estación espacial con potencial capaz para destruir planetas de la saga Star Wars.
El descubrimiento se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, y parece ser, que hace 50 millones de años, la Tierra se calentó tras la entrada por la atmósfera de una inmensa cantidad de carbono.
Fruto de este súbito calentamiento, el estrés provocó que muchos mamíferos terrestres que se volvieron enanos, otros se extinguieron, incapaces de adaptarse a los nuevos niveles de oxígeno de las aguas calientes.
De los microfósiles encontrados, sorprende el tamaño, uno estándar del mismo tipo tiene unos cuatro micrómetros de largo, en cambio, el cristal encontrado, es ocho veces más grande que el cristal de óxido de hierro más grande conocido hasta ahora.
De todos, el microorganismo más raro que descubrieron es el que apodaron como “Estrella de la muerte magnética”. Nunca se ha visto hasta ahora un organismo de una forma semejante.
Posiblemente se trate de una única célula eucariota que evolucionó por primera vez durante este período de máxima temperatura, y desapareció una vez que el clima volvió a cambiar. A pesar de eso, algunos creen que podrían existir aun hoy en día en algún lugar desconocido.
Fuente: Espacio Ciencia
Investigadores de la Universidad de Bristol han logrado la medición más precisa lograda hasta la fecha de las ondas PKJKP, unas ondas sísmicas muy elusivas que atraviesan el núcleo interno sólido de la Tierra.
Para lograr esta hazaña, se utilizaron más de 750 sismómetros ubicados en las islas de Japón y que están diseñado para proporcionar alertas sísmicas.
El núcleo interno sólido de la Tierra comenzó a formarse hace más de mil millones de años, cuando el núcleo de hierro líquido que lo rodea empezó a solidificarse. Desde entonces ha crecido hasta alcanzar ahora un radio de aproximadamente 1.200 kilómetros.
En estas nuevas observaciones, se han obtenido evidencias directas de su solidez, detectando una «textura» en el hierro del núcleo interno debidos, seguramente, a los patrones dejados por el proceso de solidificación del hierro líquido del núcleo externo.
Ahora, se esperan realizar más observaciones para comprender mejor este proceso, que ha evolucionado desde la formación de nuestro Planeta y que todavía es una zona altamente desconocida para los científicos.
Fuente: Scitech News
Mediciones realizadas durante las décadas de 1980 y 1990 revelaron que los iones que se escapaban de nuestra atmósfera estaban acelerados, pero entonces, nadie determinó que provocaba esta aceleración. La incógnita, ha sido desvelada recientemente, y parece ser que el propio campo magnético de la Tierra es el responsable de la aceleración de este proceso.
Pese a lo espectacular e incluso preocupante que pueda parecer este fenómeno, los astrónomos que han detectado este proceso aseguran que no hay que preocuparse, comparado con las reservas de gas vital que tiene la Tierra, la cantidad que se escapa es insignificante.
Normalmente, estos iones escapan al espacio por las regiones polares, acelerados por cambios en la dirección del campo magnético terrestre. “Es algo así como un efecto tirachinas”, aseguró Hans Nilsson, del Swedish Institute of Space Physics.
Los datos recogidos en los polos mediante satélites a una altitud de entre 30000 y 64000 kilómetros, siguen siendo estudiados y los científicos creen que les pueden revelar que podría ocurrir en el futuro. “Sólo podremos predecir esos cambios futuros si entendemos los mecanismos que los provocan”, concluyó Nilsson.
Fuente: Astroseti
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Desde hace cientos de años, una leyenda local explica como es posible que sobre el oscuro terreno volcánico de Tongatapu, en el Pacífico, existan desde tiempos inmemoriales una serie de enormes bloques de coral.
Pero la leyenda ha dejado paso a la explicación científica, y es que parece que el responsable no es el dios Maui las lanzó fuera del agua para asustar a un gran pájaro devorador de hombres como se ha transimitido durante generaciones, si no un gigantesco tsunami las arrancó del arrecife que rodea la isla y las arrastró 400 metros hasta el interior. Los geólogos, incluso, han encontrado bajo el agua su localización original.
Estos enormes bloques de roca coralina yacen a lo largo de tres kilómetros en la orilla oeste y pueden ser la evidencia de uno de los más potentes tsunamis producidos por una erupción volcánica que se conocen.
«Pueden ser los bloques de roca más grandes desplazados por un tsunami en todo el mundo», ha declarado Matthew Hornbach, del Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas.
Fuente: El Mundo Ciencia
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Hace más de un año ya hablamos de las que eran hasta aquella fecha, las rocas más antiguas de la Tierra. Pero según publica la revista Science, parece ser que unas rocas de 4.280 millones de años de edad estimada, que fueron encontradas en la provincia canadiense de Quebec serán las que se lleven el récord, de hecho, son 250 millones de años más antiguas que las que se conocían hasta ahora.
Estos especímenes provienen del cinturón de rocas verdes de Nuvvuagittuq, que es una prolongación del sustrato rocoso que se encuentra en la superficie de la ribera oriental de la bahía de Hudson, en el norte de Quebec.
Los científicos determinaron que estas muestras datan de 3.800 a 4.280 millones de años. Las más antiguas de estas rocas, llamadas «falsas anfibolitas» son, según los geólogos, antiguos depósitos volcánicos.
De momento, estas son, pero no se descarta encontrar nuevas sorpresas por la zona.
Fuente: AFP
Un calentamiento global prehistórico, eso destruyó las primeras selvas tropicales, según surge de una investigación sobre el descubrimiento de un gigantesco grupo de bosques fosilizados en minas de carbón de los Estados Unidos.
En Illinois, investigadores pudieron estudiar cómo eran estos de selvas de hace 300 millones de años, gracias a que en las minas había restos de muy buena calidad, que incluso permitieron saber cómo eran los ecosistemas del pasado. Algunos de los yacimientos ocupan hasta 10.000 hectáreas en el subsuelo.
Los geólogos sostienen que el origen de estos «tesoros» prehistóricos fueron terremotos o movimientos de suelo que provocaron grandes corrimientos de tierra y enterraron a las selvas por completo. La rápida acumulación posterior de sedimentos, los conservó en excelente estado.
El hallazgo corresponde al momento del final del Carbonífero (desde 309 millones a 304 millones de años atrás), en el que grandes plantas primitivas, aún sin flores, cubrían la Tierra.
Los científicos comprobaron que las formaciones boscosas complejas, con plantas de hasta 30 metros, mutaron en plantas simples y ralas, antecesoras de los helechos en el momento en que hubo un calentamiento de la atmósfera: es decir que un cambio climático terminó con las primeras selvas. La comparación con la situación actual es inevitable.
Fuente: Agencias
Un equipo de investigadores de EE.UU. y Australia ha descubierto una solitaria roca de granito que sin duda levantará ampollas. Hallada en las Montañas Transantárticas, en lo alto del glaciar Nimrod evidenciaría el hecho de que hace cientos de millones de años, algunas partes de la Antártida estuvieron conectadas con América del Norte formando un antiguo supercontinente llamada Rodinia.
Esta teoría no es nueva, existen otras evidencias anteriores que apoyan la existencia de Rodinia y su fragmentación hace aproximadamente entre 600 y 800 millones de años, formándose el sudoeste de Estados Unidos y el este de la Antártida y Australia.
El hallazgo fue casual, pues los investigadores estaban trabajando con rocas grandes y ésta, en particular, era lo bastante pequeña para ser levantada con una mano. Los análisis químicos y las pruebas isotópicas realizadas posteriormente en los laboratorios de Estados Unidos han acabado por revelar que la roca tiene una composición química muy similar a la de un singular cinturón de rocas ígneas en América del Norte.
Fuente: Electrónica fácil
El ritmo de pérdida de hielo en el océano Ártico, que se ha acelerado cada verano en las dos últimas décadas, se encamina a otro récord este año, afirmó hoy un científico de la Universidad de Colorado.
El NSIDC ha documentado la extensión del manto helado en el Ártico y en la Antártida por más de una década, y ha medido las pérdidas de hielo en ambas regiones durante los veranos. Sobre esta base de esos datos, el Centro hace proyecciones del futuro de la cubierta de hielo.
Los científicos del NSIDC han calculado que, si continúan las pautas actuales de cambio climático global, el Ártico podría perder todo el hielo durante el verano dentro de cinco a diez años.
En el verano de 1980 el manto helado sobre el Ártico cubrió 7,8 millones de kilómetros cuadrados, y el año pasado esa cubierta se estrechó a 4,2 millones de kilómetros cuadrados. La pérdida de la cubierta de hielo por el calentamiento global, a su vez, acelera el aumento de la temperatura de los mares y la atmósfera, explican los científicos.
El hielo aumenta la reflectividad de la superficie a los rayos del Sol, y si se derrite el agua oceánica absorbe más energía solar y se calienta más rápido.
Para ver una simulación futurista del deshielo del ártico clicar aquí.
Fuente: EFE
Las famosas y perennes nieves del Kilimanjaro pueden tener los días contados, o al menos, así lo atestiguan las 316 imágenes recogidas vía satélite por encargo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
África sólo es responsable de un 4% de las emisiones de dióxido de carbono que contaminan la atmósfera terrestre y sin embargo, la globalización de las emisiones le afectan directamente, además de que viven allí millones de personas también hace estragos en la naturaleza en la que viven por una cuestión de pura supervivencia.
En el estudio se recogen fotografías actuales y otras de hace 35 años que demuestran que las nieves del Kilimanjaro desaparecen, que el lago Chad está prácticamente seco y que los glaciares de las montañas ugandesas de Rwenzori, hogar de los famosos gorilas de Diane Fossey, han disminuido hasta un 50% en unas pocas décadas.
Y no sólo la nieve se está viendo afectada, aumentan las calvas que se ven en las selvas del Congo, destinadas a sacar madera, el bosque espinoso ha sucumbido en los últimos 30 años a los cultivos y la necesidad de contar con leña, el combustible de los pobres, y en Sudán se ha afectado gravemente a las frágiles colinas de Jebel Marra, un ecosistema único que ha perdido sus árboles y sus arbustos en poco tiempo.
Los ministros africanos se están alarmando, y por ello, reclaman a los países industrializados que corten sus emisiones contaminantes más de lo previsto, petición que se antoja harto complicada.
Fuente: El Mundo Ciencia