Según publica la revista la revista New Scientist, una reciente investigación sugiere que el campo magnético terrestre influye en nuestro sueño.
Se han analizado registros durante 8 años que permiten observar una correlación entre los sueños más extravagantes y los extremos locales en la actividad geomagnética.
Junto con esta investigación, otros estudios han demostrado la relación entre la baja actividad geomagnética y el aumento en la producción de melatonina, una potente hormona que ayuda a configurar el reloj circadiano del organismo.
Tras varios análisis, el director del estudio Lipnicki, descubrió una correlación estadística entre los sueños extravagantes y la actividad geomagnética, con sueños raros que ocurren en días con una menor actividad geomagnética.
Ya hemos visto varias experiencias anteriores, con escarabajos, abejas, caballos, y hasta con peces que nos demuestran que las matemáticas no pueden considerarse una capacidad exclusiva de la especie humana. También algunas especies de primates son capaces de realizar operaciones aritméticas sencillas. Lo que no se sabía hasta la fecha es que los pollos tienen también esa capacidad innata para sumar y restar.
Al menos, eso asegura uno equipo de científicos de las Universidades italianas de Trento y Padua, donde han realizado una experiencia que demuestra que estos animales realizaron operaciones de aritmética básica para averiguar ante dos pantallas cuál era la que ocultaba el mayor número de objetos conocidos.
Al parecer, los pollos intentan estar cerca de los elementos con los que se han criado, de la misma manera que están al lado de su madre y la siguen nada más salir del huevo. Ese instante de reconocimiento se reconoce como «impronta». Les deja huella. Así, los investigadores compraron polluelos de apenas unas horas y durante dos días les tuvieron en jaulas con varias cápsulas amarillas de huevos Kinder.
Después, al situarles en una caja con arena en la que había dos pantallas ligeramente enfrentadas y que ocultaban dichas bolas amarillas, los pollitos miraban a ambos lados de la pantalla, y se quedaban donde había un mayor número de bolas.
Con otras experiencias por el estilo, se lograron también resultados similares, demostrando que la habilidad para sumar y restar es innata en estas aves.
Un robot que lee el pensamiento de los humanos sin necesidad de ningún implante cerebral, eso es lo que demuestra el último avance tecnológico presentado por las empresas japonesas Honda y Shimadzu: el Interfaz Cerebro-Máquina (Brain-Machine Interface o BMI), con la que por primera vez el usuario puede dar órdenes a un robot sólo con el pensamiento… y un casco.
De momento, el robot sólo es capaz de leer cuatro órdenes emitidas por la mente humana, relativas a cuatro movimientos diferentes: mover la mano izquierda, la derecha, los dos pies o la boca. Pero los promotores esperan que en el futuro puedan ampliarse las aplicaciones.
Los ingenieros responsables de esta revolucionaria tecnología aseguraron que las órdenes cerebrales eran interpretadas en el 90,6% de los casos con precisión por Asimo, el robot humanoide más avanzado del mundo.
La tecnología tiene dos puntos clave: un dispositivo de extracción de la información del cerebro y, lo que según los ingenieros es la parte más complicada, la identificación de las diferentes órdenes cerebrales, utilizando por primera vez una combinación de la tecnología del EEG (Electroencefalograma), que mide las variaciones de los impulsos eléctricos del cerebro, y la NIRS (Espectroscopia Cercana de Infrarrojo), con la que calibra los cambios en el flujo sanguíneo.
«Esto puede revolucionar el mundo de la neurociencia», dijo Yasuhisa Arai, director de Investigación y Desarrollo (I+D) de Honda.
Actualización: Me he encontrado este vídeo demostrativo 🙂
Un equipo de neurocientíficos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) ha realizado el mapeo cerebral más global de las habilidades cognitivas humanas realizado hasta la fecha.
Este escaneo nos proporciona información muy valiosa sobre diversos factores de nuestra inteligencia, mensurables con la puntuación de un “cociente de inteligencia” (IQ), y que dependen de regiones particulares del cerebro.
Para realizar este «mapeo» se han utilizado dos tecnologías altamente avanzadas: las imágenes por resonancia magnética (MRI) y la tomografía computerizada (CT).
El estudio se ha realizado sobre 241 pacientes con lesiones cerebrales debidas a infartos, resección de tumores o traumas en el cerebro.
Se les sometió al test de inteligencia Wechsler Adult Intelligence Scale (WAIS) y después se realizó el escaneo, comprobando que había algunas partes del cerebro claves para la puntuación en los indicadores del test.
Por extraño que parezca, se ha demostrado que la inteligencia puede mapearse, a excepción de la velocidad de procesamiento, que parece repartirse por todo el cerebro. Existen otros tres indicadores del test (el índice de comprensión, el índice de organización perceptiva y el índice de memoria de trabajo), y en el mapeo de las lesiones de los pacientes se demostró que estos tres indicadores si dependen de áreas específicas del cerebro.
“Aunque insuficiente para servir como diagnóstico, el mapeo podría suministrar información que ayude a los médicos a establecer qué partes del cerebro son disfuncionales”, explicaron los investigadores en un artículo aparecido en Neuron.
Según un estudio realizado por investigadores holandeses, una píldora ampliamente disponible para tratar la presión arterial podría algún día ayudar a las personas a borrar los malos recuerdos, pudiéndose utilizar para tratar algunos desórdenes de ansiedad y fobias.
La revista Nature Neuroscience explica que el estudio ha sido realizado en arañas, y se ha demostrado como el propranolol debilitó significativamente los recuerdos temerosos de estos animalitos en un grupo de voluntarios saludables. Parece ser que el miedo desaparecía porqué el recuerdo se debilitaba.
Hasta la fecha, las terapias que se utilizan tratan de enseñar a las personas estrategias para construir nuevas asociaciones y bloquear los malos recuerdos, pero desafortunadamente, los malos recuerdos permanecen y las personas suelen tener recaídas.
Otro experimento que realizaron incluyó a 60 hombres y mujeres que aprendieron a asociar fotos de arañas con una descarga eléctrica leve, creando así un recuerdo temeroso, mientras que en otros participantes no se realizó descarga ante la misma foto.
Al día siguiente las personas que habían recibido la medicación tenían una respuesta de miedo mucho menor, comparado con quienes habían tomado placebo, cuando se les mostraba la foto y se les aplicaba una descarga leve.
Ahora, están estudiando cuanto duran los efectos del fármaco y evaluar un posible tratamiento para las personas.
Este sorprendente avance ha sido publicado en la revista The Journal of Neural Engineering donde explican como una nueva técnica desarrollada por investigadores canadienses y que utiliza la emisión infrarroja para su funcionamiento, tiene la capacidad de decodificar la preferencia de una persona al escoger una entre dos bebidas con un 80% de precisión.
«Este es el primer sistema que decodifica la preferencia natural de los pensamientos espontáneos», dice Luu Sheena, de la Universidad de Toronto.
La mayoría de las interfaces cerebro-ordenador diseñadas para leer los pensamientos requieren formación. Por ejemplo, con el fin de indicar que sí a una pregunta, la persona tiene que hacer una tarea mental como cantar una canción en su cabeza.
Los nueve adultos de este nuevo estudio no han recibido ninguna formación, simplemente han evaluado ocho bebidas en una escala de uno a cinco.
El uso de una diadema equipado con fibra óptica que emite luz en la pre-corteza frontal del cerebro se utilizó para mostrar las dos bebidas a los voluntarios. «Cuando el cerebro está activo, el oxígeno en la sangre aumenta y en función de la concentración, se absorbe más o menos luz. En algunas personas, sus cerebros son más activos cuando no les gusta algo», aseguró Luu.
En el futuro, Luu prevé la creación de un portátil, con un sensor infrarrojo colocado en la frente y mediante tecnología inalámbrica, abrir el mundo de la elección a los niños que no pueden hablar o moverse.
Un lejano sueño está cada vez más cerca de convertirse en realidad, crear chips de silicio para reparar tejido dañado en el cuerpo humano.
Investigadores escoceses han logrado demostrar que es posible lograr el crecimiento de neuronas en chips de computadora, mediante una técnica permite el crecimiento de estas células en patrones finos y detallados sobre la superficie de pequeños chips.
De ser así, estamos ante un paso firme para colocar chips en el cuerpo humano y reemplazar así nervios o fibras musculares dañadas, así como para el desarrollo de futuras prótesis.
La técnica consta de dos pasos principales, se empieza imprimiendo patrones sobre la suave superficie de silicio para posteriormente sumergirlo en una mezcla de proteínas que permite que las neuronas crezcan a lo largo de los patrones.
Y esto no es todo, según aseguran los investigadores, esta técnica también podría ser utilizada con células madre.
«Ahora podemos crear chips de silicio tanto con redes de circuitos como con patrones donde las células pueden crecer en el organismo, es un avance que se acerca al campo de la ciencia ficción», aseguraron los investigadores.
Un reciente estudio realizado por investigadores suecos y publicado en la revista Neurology asegura que las personas tranquilas tienen menos riesgo de padecer una demencia a lo largo de su vida.
El estudio se realizó sobre 506 ancianos sanos de más de 78 años que respondieran cuestionarios sobre su personalidad y estilo de vida. El cuestionario midió la vulnerabilidad de los protagonistas hacia la neurosis, o tendencia a angustiarse fácilmente, así como la capacidad de la gente para abrirse a otras personas.
Durante 6 años los investigadores siguieron a los entrevistados, y 144 ancianos desarrollaron demencia. Tras analizar los resultados, los investigadores descubrieron que aquéllos que no se angustiaban fácilmente eran calmados y estaban satisfechos consigo mismo, mientras que los ancianos que solían estresarse con facilidad eran emocionalmente inestables, negativos y nerviosos.
Los primeros mostraron un 50% menos riesgo de desarrollar demencia, comparados con la gente que era socialmente aislada y que se angustiaba fácilmente.
«En el pasado los estudios han demostrado que la angustia crónica puede afectar partes del cerebro, como el hipocampo, y esto puede conducir a la demencia» aseguraron los investigadores.
«Nuestros resultados revelan que tener una personalidad calmada y abierta, combinada con un estilo de vida socialmente activo, puede reducir aún más el riesgo de desarrollar demencia. La buena noticia -agrega el investigador- es que los factores de vida pueden ser modificados, a diferencia de los factores genéticos que no podemos controlar», concluyeron.
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Durham asegura que una ingesta de 7 o más tazas de café al día puede provocar alucinaciones.
La investigación se realizó sobre 200 voluntarios que llenaron varios cuestionarios, uno para medir su ingesta de cafeína y el resto para valorar su propensión a las alucinaciones, los delirios y al estrés.
Consideraron grandes consumidores de cafeína a persona que consumieran más de 7 tazas de café al día, o dos tazas y dos bebidas energéticas, esto último no resulta tan extraño en nuestro día a día. En el otro extremo estaban los que bebían una al día.
Los resultados han sido publicados en la revista Personality and Individual Differences, y determinan que las personas que más cafeína tomaban, tenían más riesgo de oír voces, sentir la presencia de una persona difunta o ver cosas inexistente.
Además, la cafeína tiene la capacidad de aumentar en situaciones de estrés la liberación de cortisol (la hormona que media en este proceso), lo cual también estaría ligado al sufrimiento de estas alucinaciones.
En cualquier caso, y como ya comentamos aquí en una ocasión, alucinaciones como escuchar voces no son necesariamente un síntoma de enfermedad mental. De hecho, cerca del 3% de la gente corriente escucha esas voces de forma habitual.
Primero fue una especie de pez, después los caballos, más tarde las abejas, y ahora, un grupo de Investigadores de la Universitat de Valènciaaseguran que los escarabajos poseen un mecanismo rudimentario para contar.
El estudio, publicado en la revista Animal Cognition, sugiere que nuestras capacidades matemáticas dependen también de mecanismos innatos y no sólo de lo aprendido en la escuela o a través de nuestros padres.
Inevitablemente nos surge la duda de se pueden contar los animales y junto con los ejemplos citados anteriormente, ahora también los escarabajos podrían unirse al selecto grupo de contadores.
Estos insectos poseen un «sistema aproximado de número» que les permite evaluar de forma aproximada la cantidad de objetos en un conjunto.
Avances como éstos sugieren que el origen evolutivo del «sistema aproximado de número» en que están basadas nuestras propias habilidades matemáticas podría ser mucho más antiguo de lo que se había sospechado hasta el momento.