El fósil de un pez óseo que vivió hace 419 millones de años en el sur de China ha sido encontrado y contribuye a completar el puzzle de la evolución de los animales vertebrados con mandíbula, entre los que se encuentra el ser humano.
Según publica la revista Nature, Un equipo de científicos del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Beijing, es el responsable de este hallazgo, que se encontraba muy bien conservado y presenta una mezcla de rasgos de los peces con aleta radiada (más primitivos) y de los peces con aleta lobulada (más evolucionados).
Los científicos explican que, al tener rasgos de los dos tipos de peces óseos, el guiyu oneiros es una pieza intermedia de su evolución que indica que la división de peces de aleta lobulada y de aleta radiada, antes de la aparición de tetrápodos, se produjo antes de lo previsto, hace como mínimo 419 millones de años.
Este hallazgo es una prueba de que los vertebrados con mandíbula tienen una «larga historia».
Fuente: Agencias
En Birmania ha sido descubierto un nuevo pez diminuto, que cuenta con afilados dientes como los de Drácula, el vampiro más famoso de todos los tiempos.
De hecho, se le ha bautizado como «Danionella dracula«, mide 17 milímetros y forma parte del grupo cipriniforme, al que pertenece la carpa.
Según los investigadores, estamos ante uno de los vertebrados más extraordinarios descubiertos en las últimas décadas, ya que por ejemplo, ninguna de las otras 3.700 especies del grupo cipriniforme tiene dientes en la mandíbula, perdiendo esta característica hace unos 50 millones de años.
Pese a su reducido tamaño, no estamos ante el pez más pequeño del mundo, este honor lo mantiene el ‘Paedocypris progenetica‘, que mide 7,9 milímetros y del que ya hablamos aquí.
Fuente: BBC Ciencia
Una nueva especie de tortuga primitiva ha sido presentada en el Museo del Desierto de Saltillo. Vivió hace 72 millones de años en Coahuila, lo que la convierte en la más antigua de su género, superando al hasta ahora récord de 65 millones de años de un fósil encontrado en Nueva Jersey, Estados Unidos.
El ejemplar, se ha clasificado como Euclastes Coahuilenses, y pertenece a la familia de los quelonios.
La tortuga marina habitó la región hace 72 millones de años en el periodo Cretáceo Tardío y es ancestro de la actual tortuga verde, alcanza un metro de longitud y 70 centímetros de ancho, se distingue de otras especies por su cráneo redondeado y tiene otros elementos particulares, como su mandíbula superior plana y ancha, sumamente desarrollada, lo que permitió conocer que se alimentaba de moluscos.
Fuente: Notimex
El Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) ha anunciado que un grupo de investigadores franceses y estadounidenses han descubierto por primera vez un cerebro de 300 millones de años en el cráneo fosilizado de un pez de la familia de los tiburones y las rayas.
Una reconstrucción en tres dimensiones de ese cerebro, también fosilizado y observado gracias a la técnica de la holotomografía por rayos X, muestra «el cerebelo, la médula espinal, los lóbulos ópticos y los nervios», según afirmaron los investigadores en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El cerebro fue identificado en uno de los raros cráneos de un fosil de un pez hallado en las rocas de Oklahoma y Kansas (en Estados Unidos). Ese fósil pertenece a una especie actualmente extinguida que medía hasta 50 centímetros, cercana a los tiburones y a los peces rata y que vivía en los bajos fondos marinos.
Según el principal autor del estudio, Alan Pradel la mineralización del cerebro «se debe a la presencia de bacterias que lo cubrieron poco antes de su desintegración, provocando así su fosilización».
Según el Museo, «este descubrimiento abre perspectivas nuevas en la investigación sobre la evolución de los vertebrados más antiguos y contribuye a completar el rompecabezas de la reconstrucción» del origen de los seres vivos.
Más información: Live Science
Fuente: AFP
El Museo de Historia Natural de Los Ángeles (California) ha anunciado el descubrimiento, en pleno corazón de la ciudad, de más de 700 restos fósiles que datan de la última era glacial, hace entre 10.000 y 40.000 años.
El área donde se han localizado estos restos se encuentra dentro de la zona llamada Mid-City, a unos 10 kilómetros del centro de la ciudad. El yacimiento apareció bajo un centro comercial que estaba siendo demolido.
Entre los restos más llamativos se encuentran el cráneo de un león americano, así como huesos de lobos, tigres dientes de sable, caballos, bisontes, coyotes, linces e incluso un mamut colombiano, conservado en un 80%, con los colmillos intactos y que han bautizado como «Zed».
«El nombre Zed significa el comienzo de una nueva era de investigación y descubrimientos, es el símbolo que puede revolucionar nuestro conocimiento sobre esta área», dijo John Harris, del Museo de Historia Natural de la ciudad y director de la investigación.
Fuente: AFP
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Superando las más ambiciosas fantasías de Hollywood, un grupo de científicos halló los restos fósiles de la mayor serpiente del mundo: un animal de 13 a 14 metros de largo y más de mil kilogramos de peso. Probablemente se alimentaba de los antepasados de los cocodrilos en un bosque hace 60 millones de años.
«Este ser pesa más que un bisonte y es más largo que un autobús urbano», comentaron los descubridores. «Fácilmente podía comerse algo del tamaño de una vaca. Un ser humano sería presa fácil», aseguraron.
El hallazgo se publica en la revista Nature y ha sido bautizada como Titanoboa cerrejonensis, que significa «boa colosal de Cerrejón», la región donde fue hallada.
Aunque relacionada con la moderna boa constrictora, se comportaba más como una anaconda y pasaba todo el tiempo en el agua. Podía deslizarse sobre tierra y también nadar.
Imagen: Comparativa de un hueso de columna una anaconda verde que existe actualmente (al frente de blanco) y una de las vértebras halladas por los científicos (detrás).
Fuente: AP
Los primeros animales que habitaron la Tierra carecían de huesos y conchas, se trataba de un grupo de especies de esponjas marinas pertenecientes a las extintas Demosponjas.
Acceder al registro fósil de estas especies es sumamente complicado, ya que carecían de los esqueletos minerales que sí tienen sus congéneres modernos y que además, son famosos por las espectaculares formas geométricas que generan. Sin huesos ni exoesqueletos la datación es compleja, hasta la fecha, los paleontólogos situaban la aparición del animal más antiguo alrededor de hace 635 millones de años, después de una gran glaciación que da nombre al periodo Criogénico, en el Precámbrico.
Pero ahora, una nueva investigación publicada en la revista Nature y realizada por científicos de la Universidad de California, han demostrado la presencia de estos animales antes del final del citado periodo glacial.
Para llegar a esta conclusión y debido a la ausencia de fósiles, los investigadores tuvieron que rastrear en una secuencia de estratos sedimentarios, situada en Omán y especialmente bien conservada, unas moléculas derivadas de las membranas celulares de los seres vivos que permiten distinguir y clasificar el organismo del que proceden. Lo que encontraron fueron diferentes concentraciones de un esteroide con 30 átomos de carbono.
Y aquí está la sorpresa, ya que la única fuente conocida de estos biomarcadores son las Demosponjas y posiblemente la alimentación de estas esponjas pudieran afectar al ciclo de carbono marino lo suficiente como para dejar huella en el registro biogeoquímico del mar.
Fuente: El Mundo Ciencia
Un ejemplar de reptil originario de Nueva Zelanda, el tuatara, considerado como un «fósil viviente», ha logrado ser padre a los 111 años tras haber superado un tratamiento contra el cáncer.
En total fueron once crías las dadas a luz por su pareja, llamada Mildred y con una edad comprendida entre los 60 y 70 años.
Además, el cáncer que sufrió estaba situado en los genitales, y tras la operación coincidieron en la jaula los dos ejemplares. Tras mantener relaciones sexuales, Mildred puso el pasado julio una docena de huevos, que fueron puestos en una incubadora hasta que finalmente las crías comenzaron a romper los cascarones.
Dado que es una especie en peligro de extinción, se trata sin duda de una buena noticia.
Fuente: El Universal
Un paleontólogo de la Universidad de Portsmouth ha descubierto que el pterosaurio más grande del que se tiene noticia hasta ahora vivió en Brasil hace 115 millones de añosuna altura de un metro y una envergadura de 5 metros.
«Para decirlo de manera simple, esto convierte en enanos a los chaoyagopteridae que hemos conocido hasta ahora», afirmó Witton, que ha bautizado a la nueva especie como «Lacusovagus» (morador del lago), en honor del lugar donde el fósil fue encontrado.
El «Lacusovagus» tenía un cráneo de unas proporciones inusualmente anchas, lo que implica que sus hábitos alimentarios incluyeron animales de tamaño medio.
Los pterosaurios no son dinosaurios, aunque sí convivieron con ellos durante decenas de millones de años, ni tampoco aves.
Fuente: EFE
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Las primeras tortugas que existieron en la Tierra no tenían caparazón, eso demuestra el hallazgo de una nueva especie que fecha en 220 millones de años de antigüedad, la más primitiva jamás descubierta.
Bautizada como «Odontochelys semistestacea», esta especie revela que en su parte superior, las tortugas tenían costillas y no caparazón. En cambio, bajo el cuerpo ya tenían un peto similar al actual.
En la revista Nature, explican que el estudio de estos fósiles «confirma la teoría según la cual el caparazón estaría más bien formado a partir de la columna vertebral y las costillas que a partir de las placas constituidas desde la piel», llamadas osteodermos.
Tres ejemplares adultos, bien conservados, de esta nueva especie fueron hallados en la provincia de Ghizou, en China. Presentaban características desconocidas, como la presencia de dientes y un caparazón dorsal incompleto. Los investigadores concluyeron que este tipo de tortuga era un animal acuático y no terrestre como otros fósiles hallados habían hecho pensar. El peto habría servido para proteger al animal de los depredadores mientras nadaba.
Antes de este descubrimiento, la tortuga fósil más antigua conocida era la Proganochelys, hallada en Alemania y de unos 210 millones de años de antigüedad. Su caparazón estaba totalmente formado.
Fuente: AFP