Investigadores del Centro de Investigaciones en Energía en Temixco, desarrollaron un novedoso sistema productor de hielo que no requiere energía eléctrica, sino solar, y que puede ser construido con materiales de fácil adquisición así como la posibilidad de hacer llegar aparatos de refrigeración a comunidades que carecen de electricidad.
A diferencia de los sistemas de compresión mecánica, los sistemas de absorción no funcionan con electricidad. En ellos se sustituye el compresor que se utiliza en los refrigeradores comerciales por un Colector Cilíndrico Parabólico (CPC) que opera como un generador-absorbedor concentrando los rayos del sol en una línea focal donde se coloca un tubo o tanque de almacenamiento. En este se encuentran los fluidos de trabajo (amoniaco y nitrato de litio). Al calentarse, estos dos líquidos se separan, el amoniaco vaporizado pasa al condensador, donde se licua y se almacena. Por la noche, se abre una válvula de expansión y vuelve al estado líquido reduciendo su presión y temperatura y congelando en el evaporador el agua contenida en las bandejas. El amoniaco se recircula de nuevo al generador para ser reutilizado al día siguiente del mismo modo.
En ningún momento se da un trabajo mecánico ni participa la electricidad, sólo el calor que, mediante un proceso termodinámico, condensa y gasifica el amoniaco, el cual es reabsorbido por el nitrato de litio.
El prototipo desarrollado por los investigadores universitarios produce unos 10 kilos de hielo al día; pero se puede escalar a un tamaño más grande sin que pierda eficacia, pudiendo llegar a los 50 kg.
Físicos de la Universidad de Manchester y del Instituto Max Planck han desarrollado el material tecnológico más delgado del mundo, una membrana de tan sólo un átomo de grosor que, según sus autores, revolucionará la electrónica y facilitará la investigación sobre nuevos medicamentos.
Este logro, publicado en la revista Nature, asegura que la nueva membrana podría usarse para filtrar gases, construir aparatos electrónicos ultra-rápidos y analizar moléculas con extrema precisión, una utilidad esta última que contribuiría a acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos.
Hasta ahora, se había conseguido crear materiales similares a esta nueva membrana, pero siempre adheridos a otros elementos. El nuevo material está hecho de grafeno, una estructura de carbono que permite a los electrones viajar distancias sub-micrométricas sin dispersarse y más rápidamente que cualquier otro transistor.
El verdadero desafío ahora es hacer que sea barata para que pueda ser usada en aplicaciones a gran escala.
Un grupo de investigadores europeos han presentado un nuevo motor de combustión interna alimentado por hidrógeno asegurando que es tan eficiente como los actuales motores diesel, pero prácticamente no contamina.
Este importante desarrollo ofrece claras ventajas sobre la actual generación de motores y promete competir con otros sistemas de propulsión en términos de rendimiento y precio. Para conseguirlo, la nueva tecnología se basa en un innovador sistema de inyección de combustible para motores tanto de automóviles, como de camiones y autobuses.
Durante tres años, los investigadores han logrado resultados experimentales muy concluyentes, preparando el camino a la nueva generación de motores de hidrógeno, que serán muy poco contaminantes y tan eficientes como los actuales motores diesel, sin perjuicio en aspectos como tamaño o potencia.
El presupuesto del proyecto ascendió a 7 millones de euros.
La intención es desarrollar un robot del tamaño de una pastilla, con ocho patas y que podrá ser guiado por control remoto para hacer exploraciones detalladas del estómago.
Este sorprendente micro robot incorporará sensores ópticos, y se podrán realizar análisis de los tejidos así como biopsias gracias a unos minúsculos brazos capaces incluso de administrar una determinada medicación.
La idea de los desarrolladores es disponer de los primeros prototipos en unos cuatro años, si las pruebas que se realizarán son positivas, se fabricarán grandes cantidades lo que supondrá un gran avance en las endoscopias, que podrían terminar siendo sustituidas por este mini robot, ofreciendo grandes ventajas frente a las cápsulas exploratorias para el sistema digestivo que se utilizan en la actualidad.
El equipo de investigación, adscrito al Centro de Investigación Tecnológica de Ingeniería Robótica de esta universidad, desarrolló una tecnología electrónica utilizada antes en ratones, e implantó una serie de micro-electrodos en el cerebro de la paloma.
Los implantes estimularon diferentes zonas del cerebro del animal mediante señales enviadas por los científicos desde un ordenador, que lo forzaron a volar a la izquierda o a la derecha, y hacia arriba o hacia abajo, según las directrices del control remoto.
Se trata del primer experimento de este tipo aplicado con éxito en una paloma, afirmó el jefe de la investigación, Su Xuecheng, quien explicó que los impulsos electrónicos simulan las señales generadas por el cerebro para controlar los movimientos del cuerpo.
Junto a sus colegas, Su planea mejorar el dispositivo utilizado en el experimento de la paloma y confía aplicar en el futuro esta tecnología de una forma más práctica.
Seguro que muchos de mi quinta (del 78) y más mayores también, descubrieron como se ve a través de una cámara infrarroja gracias a la película Depredador, el malvado alienígena podía seleccionar entre varios modos de visión y este era el preferido para «cazar» humanos, debido al calor que desprende nuestro cuerpo. Pero como no, Arnold Schwarzenegger, descubrió que untándose el cuerpo con barro frío el «bicho» no le detectaba y nos liberó a todos los terrestres de esta temible amenaza.
En el siguiente vídeo, mucho más tranquilo que la mencionada película, podemos ver un elefante en escala de colores de una cámara infrarroja. Pese a que no podemos observar la radiación infrarroja, si contamos con instrumentos que nos permiten extender nuestra sensibilidad, trasformando la radiación infrarroja en otro tipo de energía y remitiéndola como luz visible.
Investigadores estadounidenses trabajan en el desarrollo del vehículo inteligente del mañana, que será capaz de conducir sin ayuda humana, una ficción que, según los investigadores, debería ser una realidad de aquí a 2030.
Los primeros prototipos de estos vehículos robotizados capaces de reaccionar ante su entorno serán probados en noviembre en el marco de un concurso organizado por DARPA (US Defense Advanced Research Projects Agency), la famosa agencia de investigación del Pentágono, en el origen de numerosos avances científicos tan importantes como la creación de Internet.
«El desafío tecnológico es programar el coche para que pueda no solamente reaccionar a su entorno, sino comprenderlo y ser capaz de anticiparse… un problema muy complicado», explicó Sebastian Thrun, profesor de informática en la Universidad Stanford de California. El investigador forma parte del equipo de Stanford que participa en el concurso de DARPA con su prototipo, «Junior», un automóvil cuya dirección, acelerador y frenos han sido modificados para ser controlados por un ordenador, está dotado de un láser en sus parachoques, de un radar y de un GPS.
Según Sebastian Thrun, los avances de la inteligencia artificial deberían permitir producir en masa automóviles que conduzcan solos de aquí al año 2030. «Hoy vehículos son capaces de conducir casi 150 kilómetros sin ninguna intervención humana, y de aquí a 2010 esa distancia debería ser de 1.500 kilómetros y de 1,5 millones de kilómetros de aquí a 2020», afirmó.
Estos automóviles permitirán a los ciegos, a las personas de edad avanzada y a los niños tener una gran autonomía de desplazamiento, asegura este investigador.
Noticia enviada por Diego Perez Echeverry
Fuente: AFP
Científicos de la Universidad de Southern California en Los Ángeles, han desarrollado un ojo biónico llamado Argus que ha permitido recuperar a seis pacientes de retinitis pigmentosa, todos ciegos previamente, una visión muy parcial, pero desde luego mucho mejor que la oscuridad. En estos momentos ya están reclutando a otros 75 pacientes para ensayos más avanzados.
Aunque el mundo visual de las personas tratadas sólo tiene una resolución de 16 píxeles, ello no sólo les basta para evitar la rama de un árbol cuando van por la calle, sino también para distinguir entre un plato o una taza, o para saber hacia dónde se están moviendo los objetos que tienen delante. Esto es muy esperanzador ya que inicialmente los investigadores sólo esperaban que distinguieran entre luz y sombra y poco más.
La prótesis retinal Argus ha sido desarrollada por la firma biotecnológica californiana Second Sight Medical Products y consiste en una minúscula cámara de vídeo acoplada a las gafas que descompone las imágenes en una rejilla de 16 (4×4) píxeles, como si sólo tuviera esa resolución. La razón es que, por el momento, la técnica sólo permite implantar ese número de electrodos en las terminaciones nerviosas de la retina. Estos electrodos reciben las señales de la cámara de modo inalámbrico, y las transmiten directamente al nervio óptico. Desde allí llegan al córtex visual primario, situado junto a la nuca. Argus, por lo tanto, no sirve para las cegueras causadas por daños en el nervio óptico o en el córtex cerebral.
Cerca de 25 millones de personas en el mundo están ciegas, o prácticamente ciegas, por estas razones, este desarrollo supone un gran avance y una gran esperanza, más teniendo en cuenta que la predicción es que esa cifra se duplique en los próximos 15 años debido, sobre todo, al envejecimiento de la población, en lo que los científicos han bautizado como «una epidemia virtual de ceguera».
En un futuro, los trajes espaciales podrán generar energía de forma totalmente autónoma simplemente con el movimiento de los astronautas. Para lograr esto, la empresa IntAct Labs está desarrollando un traje espacial que permitirá que ésta generación gracias a pequeñas proteínas biológicas presentes en el traje y que se encargarán de esta función de forma ultra-eficiente como si de una piel energética se tratase.
La proteína en cuestión se llama prestin, y se encuentra en las células del pelo del oído humano y son muy eficientes transformando en voltaje eléctrico el movimiento, simplemente alargándose y contrayéndose. Este movimiento amplifica el sonido en el oído. Sin embargo, esta proteína puede también trabajar a la inversa, produciendo cargas eléctricas en respuesta a tensiones mecánicas, tales como vibraciones minúsculas.
Según los científicos, estas células pueden ser hasta 10,000 veces más eficientes que cualquier material generador de energía en la actualidad, además, aliviarían el peso en los astronautas que ya no tendrían que cargar con pesadas baterías.
Científicos japoneses han logrado sustituir por primera vez con éxito dientes naturales en ratones con otros creados a partir de células individuales, según publica la revista Nature.
Los investigadores utilizaron células madre de médula ósea (mesenquimales) y células epiteliales, que convirtieron posteriormente en un diente.
En primer lugar, hicieron crecer cada tipo de célula por separado para lograr mayores cantidades de las mismas y después las inyectaron en una gota de colágeno, una sustancia que junta las células en un organismo.
Las células se desarrollaron hasta convertirse en un diente con gran eficacia y cuando fueron implantados en la cavidad dejada por una pieza extraída en un ratón se desarrollaron con normalidad y mostraron la misma composición y estructura que los incisivos naturales.
Según los autores del artículo, este estudio aporta la primera prueba de una regeneración con éxito de un órgano completo a través de la implantación de material obtenido mediante bioingeniería. Además, los hallazgos deberían animar al futuro desarrollo de la sustitución de órganos por terapia regenerativa.