Antes de lo que podríamos pensar, en apenas un año, veremos en nuestras carreteras un automóvil que funciona con aire comprimido y evita las emisiones contaminantes.
Este novedoso vehículo, bautizado como OneCat, tendrá cinco asientos y una carrocería de fibra de vidrio, pesará sólo 350 kilogramos y costará unos 4.900 US$.
El aire comprimido que utilizará como combustible se almacenará en tanques de fibra de carbono acoplados al chasis, que podrán ser llenados de nuevo en tan sólo 3 minutos, superando con creces el tiempo de carga de otros prototipos eléctricos que llevan baterías.
Durante viajes largos, el aire comprimido empujará los pistones que serán estimulados por un quemador de combustible el cual calentará el aire para incrementar la presión.
Ante la duda de si explotarían estos tanques de aire comprimido en un posible accidente, los desarrolladores aseguran «que los tanques no explotarán, se partirán de manera estruendosa».
Parece que los primeros compradores de este vehículo serán las personas que estén especialmente preocupadas con el medio ambiente, pero poco a poco, si el precio es económico y las prestaciones aceptables se irá extendiendo a más usuarios, al menos eso esperan sus desarrolladores.
¿Alguien puede imaginarse el sonido de un agujero negro? Engullendo y engullendo cantidades titánicas de materia y energia. Pues eso es lo que se han propuesto unos físicos de la Universidad de Siracusa, diseñando un superordenador que podrá detectar e identificar los sonidos celestes provenientes de los agujeros negros.
Este superordenador ha sido bautizado como SUGAR (SU Gravitacional and Relativity Cluster) y muy pronto empezará a recibir grandes cantidades de datos provenientes del Caltech. Estos datos han sido recogidos durante los últimos dos años por el Observatorio de Ondas Gravitacionales (LIGO)
El ensamblaje de SUGAR ha sido realizado por un grupo de físicos pertenecientes al LIGO, una iniciativa mundial que trata de detectar ondas gravitacionales. Estas ondas gravitacionales están producidas por eventos violentos en el universo distante, como la colisión de agujeros negros o la explosión de supernovas. Estas ondas se propagan por el universo a la velocidad de la luz.
La construcción de los detectores LIGO fue terminada en 2005, y fueron instalados en Hanford, Washington, y Livingston, en el estado de Lousiana. Tras ser acabados, con una inversión de 365 millones de dólares, han estado dos años probándolos científicamente, y es ahora cuando va a empezar el análisis de los datos obtenidos.
Se espera que tanto el superordenador como la red de alta velocidad estén funcionando a lo largo de este mes. Una vez que los datos sean transferidos a la Universidad de Siracusa, los físicos podrá empezar a “escuchar” esta “sinfonía cósmica”.
Hace poco comentaba el desarrollo de una lentilla biónica que permitía aumentar la visión de los objetos enfocados. Ahora, nos encontramos con una noticia más interesante, un equipo de científicos japoneses de la Universidad de Osaka y el Instituto Nara de Ciencia y Tecnología han desarrollado un sistema de visión artificial que hace llegar señales visuales al cerebro, lo que permitiría recuperar la visión mediante esta técnica personas ciegas.
El artilugio consiste en unas gafas de sol que llevan incorporadas unas cámaras de filmación de imágenes y en unos electrodos que se implantan en el ojo con una cirugía poco invasiva. Cada electrodo tiene una resolución similar a la de un píxel de imagen digital, y los científicos esperan llegar a implantar hasta 100 electrodos en unos años, lo que supondría que un ciego podría distinguir objetos con nitidez a 30 centímetros de distancia.
Además, el sistema incluye el implante en el ojo de un juego de electrodos de cuatro milímetros cuadrados que estimulan el nervio óptico. Una vez que las señales alcanzan el cerebro, el paciente puede ver de nuevo. La calidad de la visión conseguida por el sistema depende del número de electrodos que se implanten en el ojo, para que nos hagamos una idea, cada uno de estos electrodos es comparable con un píxel de la fotografía digital. Los electrodos implantados son flexibles gracias al uso de chips de circuitos integrados.
La idea de los investigadores es que su invento se pueda comercializar en 2012, de momento, este año, los planes son implantar, con cirugía, 49 electrodos de la tercera generación del sistema en el ojo de un paciente, con el objetivo de mejorar la eficacia del dispositivo para que permita ver algo más que luces.
Atrás quedaron los años dorados del Concorde, el elevado coste y un fatal accidente aceleraron su fin. Pero el interés por ofrecer vuelos comerciales a velocidades de vértigo no cesan, la compañía británica Reaction Engines ha presentado un nuevo avión de pasajeros supersónico, que podrá llegar desde Europa occidental a cualquier parte de Australia, Asia o Sudamérica en menos de cinco horas.
Esta novedosa aeronave, bautizada como A2, es impulsada por hidrógeno líquido, puede desplazarse a una velocidad superior a 6.000 kilómetros por hora, triplicando así, las prestaciones del difunto Concorde.
Pese a las ganas de probar el nuevo prototipo, este no estará disponible hasta dentro de 25 años, tendrá una capacidad de 300 plazas y una autonomía de 20000 kilómetros. La única pega, al viajar a tanta velocidad el avión no dispondrá de ventanillas, importante para aquellos pasajeros que puedan padecer claustrofobia.
Los tentáculos de internet, al igual que los caminos del señor, son inescrutables. Lo último, incorporar la red de redes a un paraguas. Disculpad mi obsesión con estos cotidianos artículos de más de 4000 años, hace algun tiempo ya comenté aquel paraguas que no se mojaba, pero es que estos avances los considero cuanto menos, curiosos.
Lo penúltimo es un grupo de compañías tecnológicas estadounidenses han desarrollado un paraguas capaz de recibir boletines meteorológicos automáticos a través de un receptor radial integrado en el mango de este. Si está próximo a llover o a nevar, una luz se iluminará en el mango del paraguas. La luz titilará con más o menos fuerza dependiendo de que tan malo sea el pronóstico.
Y digo lo penúltimo, porque lo último, como no, viene de la mano de científicos de la Universidad de Tokio, donde están trabajando en un prototipo de paraguas que se conecta a Internet a través de una conexión inalámbrica y luego proyecta imágenes del ciberespacio en la parte interna del paraguas.
Conocido como Pileus, el paraguas le permite al usuario ver vídeos de sitios en Internet mientras camina. Y esto no es todo, el paraguas puede tomar fotos gracias a una cámara incorporada para posteriormente transferirlas a sitios como Flickr o Picasa web albums. Pero claro, ¿y si observando estos magníficos vídeos nos perdemos? no pasa nada, el paraguas incorpora un sistema de posicionamiento vía satélite para que el usuario no pierda el camino.
Como si se tratase de una película de ciencia ficción, un equipo de científicos ingleses están experimentando con un casco especial para tratar el mal de Alzheimer. Su funcionamiento se basa en la emisión de luz infrarroja para estimular el crecimiento de las neuronas.
Las pruebas preliminares se han hecho con roedores, con sorprendentes resultados en cuanto a mejora de la capacidad de aprendizaje de éstos. Los ensayos en seres humanos están planificadas para el próximo agosto.
Sin embargo, para que el tratamiento sea seguro, los investigadores aseguran que este casco «baña» el cerebro con luz infrarroja de muy baja frecuencia, pero que debe usarse solamente diez minutos al día.
A medida que las células envejecen, pierden la capacidad de repararse y regenerarse, lo cual resulta en pérdida de la memoria. En la actualidad, lo único que se puede hacer con la demencia es aminorar la velocidad a la que avanza. «Este nuevo método no sólo pondría freno a su avance sino que podría revertirlo de forma parcial», aseguran sus desarrolladores.
Una nueva forma de «dar de comer» nuestro automóvil se está desarrollando y parece que varias compañías de coches están interesadas. Se trata ni más ni menos que aprovechar desechos animales y vegetales para generar gas metano y posteriormente la electricidad necesaria para su funcionamiento. 8 horas de recarga nos proporcionarían una autonomía de 140 km y una velocidad de 110 km/h, muy lejos de ser algo realmente práctico, pero en 5 años, pretenden mejorar estas características, principalmente, la de recarga, reduciéndolo a tan sólo 20 minutos.
Ingenieros de la Universidad de Oklahoma y del DARPA (de nuevo, el interés militar en un avance tecnológico) han desarrollado unas pequeñísimas aeronaves no tripuladas de 7,5 cm de larga y un peso que no supera los 10 gramos. Pero lo más sorprendente es su sofisticado sistema de propulsión, mediante plasma.
La idea de esta miniaturización es su fácil transporte, los soldados los podrían llevar consigo sin problemas y usarlos en entornos de difícil acceso para poder comunicarse en largas distancias, además incluirán sistemas de navegación GPS para interiores y exteriores, sin duda, estamos ante un sistema de vigilancia portátil prácticamente infalible.
Cada vez se desarrollan más «complementos» biónicos que en un futuro próximo los encontraremos tan normales como el último modelo de gafas de sol. Esta vez, se trata de las primeras lentillas biológicamente seguras dotadas de un microchip electrónico, creadas por un equipo de investigadores de la Universidad de Washington.
La principal característica de estas es el zoom que llevan incorporado, que permitirá aumentar la visión de los objetos enfocados, pero también estas lentes podrán ser utilizadas para navegar por Internet.
Los propios investigadores las han definido como una plataforma para la «supervisión», y sus aplicaciones pueden ser innumerables, desde pilotos y conductores que podrían utilizarlas para ver la proyección de velocidad de su vehículo en su campo de visión hasta crear mundos virtuales para videojuegos.
De momento, el prototipo ha sido probado en conejos, ahora hay que demostrar que son seguras para la salud humana, aseguran los investigadores.