Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford han logrado convertir piel vieja de ratones en piel joven después de solo dos semanas de tratamiento, y «simplemente» bloqueando un solo gen.
Los científicos crearon ratones genéticamente modificados con un gen defectuoso que puede ser desactivado para que sus células dejaran de envejecer cuando se aplicaba una crema a la piel. Aunque todavía pueden pasar años para que un tratamiento de este tipo sea seguro en humanos, el hallazgo es prometedor para revertir algún día enfermedades y heridas vinculadas a la edad, ya que la técnica podría funcionar en todo tipo de órgano o tejido.
Estos hallazgos sugieren que el envejecimiento es también consecuencia de un programa genético activo que podría ser bloqueado para mejorar la salud humana, y pese a que la idea de rejuvenecer un cuerpo entero suena muy bien, desgraciadamente hay buenas razones para apuntar solo a áreas específicas del cuerpo para el tratamiento.
El mismo gen que estimula el envejecimiento, NF-eB, está también involucrado en el sistema inmunológico y otras funciones celulares por lo que si fuera bloqueado en todo el cuerpo podría causar la muerte, advirtieron los investigadores. Por eso, el próximo paso es ver si bloquear el gen también revertirá el envejecimiento en otros tejidos, como el corazón y los pulmones.
La osteoporosis es una enfermedad crónica y generalizada que altera la formación de minerales volviendo frágiles a los huesos, lo que supone un gran dolor y el aumento de las fracturas. Este problema aumenta considerablemente a medida que la población envejece perdiendo masa ósea que termina causando fracturas por traumatismos de baja energía, con el consiguiente dolor y pérdida en la calidad de vida.
Pero recientemente y gracias a la biotecnología y a las técnicas de recombinación de ADN, se ha logrado diseñar una molécula capaz de estimular a las células formadoras de hueso, los osteoblastos, restableciendo la masa ósea perdida. A diferencia de los tratamiento actuales, donde los fármacos disponibles inhiben la actividad de las células destructoras del hueso, los osteoclastos; la nueva molécula, no sólo inhibe a las destructoras, sino que aumenta la actividad y cantidad de las creadoras de hueso.
Esta nueva molécula se llama teriparatida, y está basada en un fragmento de la hormona humana paratiroidea, que interviene en el metabolismo del hueso. En los ensayos clínicos realizados, se ha demostrado su capacidad de reducir el riesgo de fracturas en sujetos con pérdida de masa ósea grave.
El estudio incluía a 1.637 mujeres y 437 varones con osteoporosis grave que habían sufrido una fractura previa, y mostró que el tratamiento durante 18 meses con el fármaco reducía el riesgo de fractura en un 65 por ciento y el de fractura grave en un 90 por ciento así como una reducción del dolor.
Estamos ante una gran noticia, pues la osteoporosis es una molesta enfermedad muy difundida, en España por ejemplo, la sufren una de cada cuatro mujeres mayores de 65 años.
Estamos ante un nuevo paso en la conversión hacia el hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles. Islandia, acaba de poner a disposición de todo el público su primera gasolinera de hidrógeno, que fue la primera del mundo en su clase cuando empezó a servir combustible a autobuses hace cuatro años.
El gobierno islandés se ha marcado el objetivo de que en las carreteras de Reikjavic haya al menos 40 coches de hidrógeno para finales del año 2009, una importante cifra y una notable iniciativa que debería ser secundada por muchos otros gobiernos.
«Las perspectivas de futuro para el hidrógeno son absolutamente brillantes», declaró Jon Bjorn Skulason, uno de los responsables de la compañía Nueva Energía Islandesa, encargada del proyecto. «No hay ningún otro fuel en el mundo que pueda cubrir las demandas que los combustibles fósiles cubren en la actualidad», añadió el directivo.
Islandia, una tierra rica en fuentes de energía hidroeléctricas y geotermales, las cuales permiten obtener hidrógeno sin contaminar, pretende convertirse en un país libre de combustibles fósiles hacia mediados de este siglo. Les doy mi más sincera enhorabuena desde este humilde blog.
NARVAL es el primer observatorio dedicado exclusivamente a estudiar el magnetismo estelar, instalado en el telescopio Bernard Lyot, en los pirineos franceses.
Su misión es estudiar los campos magnéticos de las estrellas y su influencia en los astros de alrededor, hasta el punto de provocar el nacimiento de nuevas estrellas al modificar la cantidad de materia a partir de la que se forman.
Un grupo de científicos acaba de lograr un importante avance hacia la posibilidad de crear extremidades sensibles, restableciendo el sentido del tacto en dos pacientes con brazos artificiales.
Para conseguir esto, se recondujeron hacia el pecho los nervios que quedaron de las extremidades, de modo que si se aplicaba presión sobre sus pechos, los dos pacientes podían sentir los brazos y manos que perdieron, hasta el punto de poder identificar incluso el lugar de la mano que era tocado.
Este descubrimiento es el primer paso para llevar estos nervios perdidos a prótesis como manos, pies y brazos artificiales, dotándolos de sentido del tacto.
En los dos pacientes a los que se les han realizado las pruebas (uno de ellos, Claudia Mitchell, en la imagen) ya contaban con electrodos instalados el arnés del hombro permitiendo detectar los mensajes emitidos desde el cerebro hasta el músculo del pecho y conducirlos hasta el brazo. El paso siguiente abre la puerta al sentido del tacto, cuya carencia es la principal limitación de las extremidades artificiales.
Os dejo el enlace al vídeo que ya comenté por si queréis ver el funcionamiento de estos novedosos brazos biónicos.
Ya hablé hace un tiempo de esta noticia, pero este vídeo ilustra muy bien todo el proceso mediante el cual científicos de la Universidad de Ciencias de Tokyo lograron por primera vez reemplazar dientes naturales por otros creados en el laboratorio.
Los investigadores utilizaron células madre de médula ósea (mesenquimales) y células epiteliales, que convirtieron posteriormente en un diente, uniéndolas mediante colágeno. Una vez crecieron, se formó el diente para posteriormente transplantarlo.
La sonda Venus Express de la ESA continua enviándonos más detalles sobre el planeta Venus. Y las últimas aportaciones son muy interesantes, pues por primera vez se ha podido investigar desde la parte superior de la atmósfera hasta casi la superficie demostrando que se trata de un planeta que puede haber sido en otros tiempos muy parecido a la Tierra.
La dificultad de estudiar este planeta, pese a ser el más cercano al nuestro, radica en su permanente cubierta de nubes que hace imposible ver la superficie del planeta.
Venus tiene una masa muy parecida a la de la Tierra y pese a que hoy en día se trata de un lugar infernal, con una temperatura en la superficie que supera los 400 °C y una presión en la superficie cien veces mayor que la de la Tierra, en otros tiempos fue muy similar a nuestro planeta.
«El clima extremo de la superficie de Venus, provocado por su exceso de CO2, nos recuerda acuciantes problemas causados por leyes físicas similares en la Tierra, señalan el investigador de la Agencia Espacial Europea (ESA) Hakan Svedhem.
Aunque Venus y la Tierra tienen cantidades similares de dióxido de carbono, en la Tierra una gran parte se encuentra en forma sólida o atrapada en los océanos, pero en Venus queda todo en la atmósfera, lo que provoca un efecto invernadero.
Gracias a este y más datos obtenidos, se han vuelto a invertir las tornas entre creer que el planeta se parecía a la Tierra y considerar que es completamente distinto. Algunos astrónomos ya describen a Venus como “hermano gemelo de la Tierra, pero separados al nacer”.
Cada vez van surgiendo más formas de obtener el hidrógeno, y es que estamos ante la alternativa que tiene más números para sustituir a los combustibles fósiles. Esta vez, unos ingenieros de la Universidad de Penn State han creado un sistema capaz de generar hidrógeno de forma sencilla y eficiente a partir de materia orgánica.
La técnica seria una pila de combustible basada en microorganismos o microbios que puede convertir la celulosa y otros materiales biodegradables directamente en hidrógeno. Los investigadores han usado una bacteria en una pila electrolítica con ácido acético, un ánodo de grafito un cátodo de carbono, el catalizador era de platino.
Para que la obtención de hidrógeno sea efectiva es necesario introducir una pequeña corriente eléctrica (0,2 voltios) desde el exterior del sistema. Con estos componentes, la bacteria consume el ácido acético y libera electrones y protones creando electricidad (0,3 voltios).
La pregunta obvia que surge ahora es saber el rendimiento real, ya que tenemos que consumir energía eléctrica para poder obtener el hidrógeno. Según los investigadores este proceso produce 288 % más energía en el hidrógeno que la energía eléctrica usada en todo el proceso. Estaríamos por lo tanto ante un importante paso, pues si lo comparamos con la hidrólisis con agua, el método más común para extraer hidrógeno utilizado, la eficiencia es sólo entre un 50% y un 70%, muy alejado de ese 288%.
Y no sólo hablaríamos de obtener hidrógeno como combustible, con este nuevo sistema, las grandes granjas podrían producir hidrógeno a partir de astillas de madera para después, mediante el nitrógeno presente en el aire producir amoniaco para utilizarlo como fertilizante.
Un equipo de investigadores de Howard Hughes Medical Institute (HHMI) han descubierto de forma sorprendente para ellos, que la administración de un fármaco usado para el tratamiento de la depresión alarga la vida de gusanos adultos (Caenorhabditis elegans).
El fármaco en cuestión es el mianserín, y es capaz de alargar la vida a estos gusanos en un 30%. El equipo de investigadores está muy sorprendidos y no tienen una explicación detallada para el fenómeno.
El medicamento actúa en los humanos bloqueando ciertos receptores para el neurotransmisor serotonina. La serotonina es uno de los compuestos químicos que las neuronas usan para comunicarse entre ellas. En este caso regula funciones relacionadas con el estado de ánimo, el apetito o la percepción sensorial.
En el experimento realizado, lo relacionan con la dieta de restricción calórica a la que estaban sometidos los gusanos, pero de momento, no deja de ser una hipótesis más.
Investigadores de la Universidad de Kentucky han creado un ratón resistente al cáncer, incluso a los más agresivos. Para lograr esta importante hazaña, se basaron en un reciente descubrimiento, un gen llamado Par-4 encontrado en la próstata que se trataba de un gen supresor tumoral.
Los investigadores descubrieron que el gen Par-4 mata a las células cancerosas pero no las células normales, siendo esto un dato muy importante ya que hay muy pocas moléculas que específicamente luchen contra las células cancerígenas, por lo que podría evolucionar en una futura aplicación terapeútica.
El estudio, financiado por el National Institutes of Health, determinó que los ratones nacidos con este gen no desarrollan tumores, y además viven unos meses más que los ratones control, lo que indica que no tiene efectos secundarios tóxicos.
«Hemos descubierto originalmente Par-4 en el de próstata, pero no se limita únicamente a ésta. El gen se expresa en cada tipo de célula que hemos analizado y que induce a la muerte a una amplia gama de células cancerígenas», dijo Vivek Rangnekar, director de la investigación. «La parte interesante de este estudio es que este gen asesino es selectivo y mata a las células del cáncer, no mata a las células normales, y hay muy pocas moléculas selectivas que realizen esto».
El equipo de Rangnekar tiene ahora misión de investigar a fondo todas las propiedades de este gen, que ya se ha demostrado se expressa en generaciones posteriores del ratón modificado.
Si esto se lograse con humanos, el Par-4 podría combatir las células cancerosas en pacientes sin los tóxicos y perjudiciales efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia. Rangnekar es prudente, y admite que hay mucho trabajo por hacer antes de que esta investigación puede ser aplicada a los seres humanos, pero que se trata sin duda, del siguiente paso lógico.