Los océanos del planeta están repletos de fitoplancton, millones de plantas microscópicas que viven bajo las olas y que constituyen el primer eslabón de la cadena alimenticia del ecosistema marino. Según el profesor Ian Jones, de la Universidad de Sidney, añadir nutrientes a zonas del océano donde existe poca presencia de fitoplancton podría ser una posibilidad para poder revertir los efectos del calentamiento global.
Además, el fitoplancton tiene otro valor importante: al igual que las plantas terrestres se alimenta a través de la fotosíntesis, es decir, utiliza luz solar para convertir en oxígeno el dióxido de carbono presente en las aguas.
El planteamiento del profesor Jones es añadir uno de los componentes de la orina, la urea, en áreas del océano donde haya una carencia de fitoplancton. La urea es un fertilizante rico en nitrógeno y, en opinión del científico, podría trasformar esas áreas en una especie de «bosque acuático» que eventualmente podría reducir los efectos del calentamiento global.
La viabilidad de este proceso está en entredicho y causa grandes interrogantes en la comunidad científica, esta técnica debería ser estrictamente probada y asegurarse que no provoca efectos secundarios. Por su parte, el profesor Jones asegura que su propuesta se llevaría a cabo en áreas marinas con poca presencia de fitoplancton y bajo estricta observación. «Si no nos gustan los resultados, siempre podemos cerrar el chorro. Cuando dejas de suministrar alimento para el plancton, éste simplemente morirá, pero esta claro que cuando empiezas a manipular la naturaleza, también debes intervenir para que ésta recupere su balance original», concluyó.
El científico Klaus Lackner ha diseñado un árbol sintético que tiene la capacidad, al igual que las hojas de los árboles reales, de absorber dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera pudiendo ser almacenado bajo tierra de manera segura y permanente ganando tiempo a la batalla de los científicos para crear fuentes de energía que no utilicen carbono.
Igual que un árbol real, este árbol tendría una estructura para mantenerlo de pie, el equivalente a un tronco, pero a diferencia de una planta real, cuyas hojas se extienden para captar la luz solar y llevar a cabo el proceso de fotosíntesis, no hace falta que las hojas de un árbol artificial estén desplegadas, ya que no necesitan los rayos del sol y por lo tanto no requieren mucho espacio.
El dióxido de carbono se puede extraer del aire haciéndolo pasar a través de una solución de hidróxido de sodio, obteniéndose aproximadamente la mitad de CO2 del aire que había pasado por esta solución y produciéndose una solución líquida de carbonato de sodio. Esta solución líquida es la que Lackner cree que se puede recuperar y transformar más tarde en un gas, para ser almacenado en el fondo marino.
El científico estima que cada uno de ellos podría llegar a extraer unas 90.000 toneladas de dióxido de carbono al año, el equivalente a las emisiones de aproximadamente 20.000 automóviles.
Científicos de la Universidad de Southern California en Los Ángeles, han desarrollado un ojo biónico llamado Argus que ha permitido recuperar a seis pacientes de retinitis pigmentosa, todos ciegos previamente, una visión muy parcial, pero desde luego mucho mejor que la oscuridad. En estos momentos ya están reclutando a otros 75 pacientes para ensayos más avanzados.
Aunque el mundo visual de las personas tratadas sólo tiene una resolución de 16 píxeles, ello no sólo les basta para evitar la rama de un árbol cuando van por la calle, sino también para distinguir entre un plato o una taza, o para saber hacia dónde se están moviendo los objetos que tienen delante. Esto es muy esperanzador ya que inicialmente los investigadores sólo esperaban que distinguieran entre luz y sombra y poco más.
La prótesis retinal Argus ha sido desarrollada por la firma biotecnológica californiana Second Sight Medical Products y consiste en una minúscula cámara de vídeo acoplada a las gafas que descompone las imágenes en una rejilla de 16 (4×4) píxeles, como si sólo tuviera esa resolución. La razón es que, por el momento, la técnica sólo permite implantar ese número de electrodos en las terminaciones nerviosas de la retina. Estos electrodos reciben las señales de la cámara de modo inalámbrico, y las transmiten directamente al nervio óptico. Desde allí llegan al córtex visual primario, situado junto a la nuca. Argus, por lo tanto, no sirve para las cegueras causadas por daños en el nervio óptico o en el córtex cerebral.
Cerca de 25 millones de personas en el mundo están ciegas, o prácticamente ciegas, por estas razones, este desarrollo supone un gran avance y una gran esperanza, más teniendo en cuenta que la predicción es que esa cifra se duplique en los próximos 15 años debido, sobre todo, al envejecimiento de la población, en lo que los científicos han bautizado como «una epidemia virtual de ceguera».
Amillia Sonja Taylor, una bebé prematura, que según los médicos pasó menos tiempo en el seno materno que cualquier otro niño sobreviviente, nació el 24 de octubre con apenas 24.13 centímetros y 284 gramos de peso. Su madre la dio a luz en la semana 22 del embarazo. Fue concebida in vitro y el parto fue mediante cesárea.
Los neonatólogos que la atendieron dicen que Amillia es, que se sepa, el primer bebé que sobrevive tras una gestación de menos de 23 semanas, pese a sufrir problemas respiratorios, una leve hemorragia cerebral y problemas digestivos, ninguno de estos le crearán problemas a largo plazo.
«Desde luego, el cerebro es lo más importante», dijo el doctor Paul Fassbach, que atiende a Amillia desde su segundo día. «Pero su pronóstico es excelente». Amillia está en incubadora desde su nacimiento y recibe oxígeno. Seguirá recibiendo oxígeno en pequeñas cantidades y estará conectada a un monitor de respiración cuando salga del Hospital Bautista de Niños.
En un futuro, los trajes espaciales podrán generar energía de forma totalmente autónoma simplemente con el movimiento de los astronautas. Para lograr esto, la empresa IntAct Labs está desarrollando un traje espacial que permitirá que ésta generación gracias a pequeñas proteínas biológicas presentes en el traje y que se encargarán de esta función de forma ultra-eficiente como si de una piel energética se tratase.
La proteína en cuestión se llama prestin, y se encuentra en las células del pelo del oído humano y son muy eficientes transformando en voltaje eléctrico el movimiento, simplemente alargándose y contrayéndose. Este movimiento amplifica el sonido en el oído. Sin embargo, esta proteína puede también trabajar a la inversa, produciendo cargas eléctricas en respuesta a tensiones mecánicas, tales como vibraciones minúsculas.
Según los científicos, estas células pueden ser hasta 10,000 veces más eficientes que cualquier material generador de energía en la actualidad, además, aliviarían el peso en los astronautas que ya no tendrían que cargar con pesadas baterías.
Según publica la revista Science, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Auckland, y de la Academia Sahlgrenska de Goteborg, ha confirmado que el cerebro humano adulto produce nuevas neuronas. Hasta la fecha se conocía que otros mamíferos eran capaces de hacerlo, pero no se había comprobado en humanos. La zona concreta donde se regeneran es en el bulbo olfatorio.
Este fenómeno, conocido como neurogénesis, continúa a lo largo de la vida en el sistema nervioso central de la mayoría de mamíferos, y se ha descubierto haciendo uso de múltiples herramientas, que incluían la microscopía de transmisión de electrones y las imágenes de resonancia magnética de alta resolución, hasta conseguir identificar esta actividad neuronal en humanos.
En investigaciones anteriores se había descubierto en roedores una vía de la corriente migratoria rostral al bulbo olfativo a través de la que se movilizaban precursores neuronales, en el caso de los humanos, fue localizada gracias al empleo de estas tecnologías en la parte delantera del cerebro humano y los científicos pudieron observar entonces que dicha vía neuronal está constituida alrededor de la extensión de un ventrículo tubular lateral que se interna en el bulbo olfativo.
Científicos japoneses han logrado sustituir por primera vez con éxito dientes naturales en ratones con otros creados a partir de células individuales, según publica la revista Nature.
Los investigadores utilizaron células madre de médula ósea (mesenquimales) y células epiteliales, que convirtieron posteriormente en un diente.
En primer lugar, hicieron crecer cada tipo de célula por separado para lograr mayores cantidades de las mismas y después las inyectaron en una gota de colágeno, una sustancia que junta las células en un organismo.
Las células se desarrollaron hasta convertirse en un diente con gran eficacia y cuando fueron implantados en la cavidad dejada por una pieza extraída en un ratón se desarrollaron con normalidad y mostraron la misma composición y estructura que los incisivos naturales.
Según los autores del artículo, este estudio aporta la primera prueba de una regeneración con éxito de un órgano completo a través de la implantación de material obtenido mediante bioingeniería. Además, los hallazgos deberían animar al futuro desarrollo de la sustitución de órganos por terapia regenerativa.
Según podemos ver en la web de Physorg, científicos del Johns Hopkins University acaban de conseguir lo que se creía
imposible hasta la fecha: regenerar la espina dorsal. Sin duda, una gran noticia que abre grandes esperanzas, siempre con cautela, para muchísima gente con la espina dorsalmédula espinal dañada y las horribles consecuencias que ello conlleva.
Para lograr esta hazaña, los investigadores trasplantaron células madre dentro de las espinas dorsales de ratas de laboratorio, observando que no solo sobrevivieron, sino que crecieron y hasta algunas se conectaron a las células originales de la espinal dorsal de las ratas.
Para realizar el experimento, las ratas fueron anestesiadas y se le ocasionaron daños en la médula espinal para posteriormente inyectar las células madre en el lado izquierdo de la médula. Después de 6 meses, los científicos hallaron el triple de de células sanas en la zona donde inyectaron las células madre y no solo eso, sino que algunas también emigraron a otras zonas dañadas.
Pese a tratarse de una gran noticia, los científicos no quieren lanzar las campanas al vuelo y se muestran prudentes, aunque muy esperanzados con los resultados obtenidos. Este experimento establece una nueva doctrina para la neurología regeneradora, rompiendo con firme creencia de la imposibilidad de reparar esta zona tan delicada del cuerpo humano y abriendo las puertas a futuras curas hasta la fecha impensables.
Hace unos días ya hablé de esta presentación, y he esperado intrigado las primeras impresiones recibidas del que podría ser el primer ordenador cuántico de la historia, que su lanzamiento estaba previsto según los expertos para dentro de 20 años!
Por eso, este anuncio de la compañía D-Wave se ha seguido con gran escepticismo y gran curiosidad a partes iguales.
La computación cuántica, a diferencia de la computación convencional, se basa en el uso de qubits en lugar de bits y posibilita la creación de nuevos algoritmos que conseguirían dar solución a cálculos que por el momento son indescifrables. Los estudios científicos relativos a diversas disciplinas como la medicina o las simulaciones físicas son ejemplos claros de este tipo de cálculos, tremendamente complejos.
Finalmente, la demostración resolvió algunos de esos problemas, aunque algunos escépticos entre los presentes no estaban demasiado convencidos sobre la eficiencia real del sistema, y si éste podría ser considerado como un ordenador cuántico. En Scientific American por ejemplo, titulan su post al respecto de forma realmente crítica: «El primer computador cuántico comercial resuelve sudokus».
Por lo visto, sigue habiendo controversia con este ordenador, pero la compañía continua en su empeño de comercializar su ordenador a partir del primer trimestre de 2008, y espera tener listo un sistema de 512 qubits en el segundo trimestre y haber conseguido a finales de 2008 uno de 1.024 qubits.
Estos vídeos a cámara superlenta me tienen cautivado, nunca pensé que el simple hecho de encender un mechero o reventar un globo lleno de agua pudiera esconder tanta belleza visual.
En el siguiente vídeo hay una extensa recopilación de muchos fenómenos gravados a esta velocidad, bofetadas, disparos, explosiones… espero que no pase como la semana pasada y Google los elimine de Youtube 🙁