Según un reciente estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine, las mujeres que practican ciclismo con frecuencia corren el riesgo de perder sensibilidad en sus órganos genitales así como padecer dolores leves.
Los investigadores compararon a 48 mujeres ciclistas con 22 mujeres que practicaban footing, las primeras realizaban una media de 15 Km semanales mientras que las segundas unos 8 Km. Las corredoras fueron utilizadas como un grupo de control de mujeres activas no expuestas directamente a la presión en la región perineal.
“Encontramos que las ciclistas sufren una disminución de la sensación genital,” aseguró el Dr. Marsha Guess, de la Yale School of Medicine.
Mientras se encuentran sentadas en el sillín de la bicicleta, el nervio genital externo y la arteria se comprimen. Es posible que la compresión crónica del área genital femenina pueda comprometer la conducción de flujo sanguíneo y dañe al nervio debido a la interrupción de la conexión sangre-nervio.
Mientras que los beneficios de montar en bicicleta son muchos, esta actividad también se ha ligado al dolor de cuello y espalda, lesiones en las zonas de rozamiento, y dolencias que afectan a ambos sexos. En el caso masculino, montar en bici también se ha asociado en numerosos estudios a problemas de erección.
Fuente: The Journal of Sexual Medicine
Según ha informado la agencia de noticias China Xinhua, la casualidad ha hecho que se descubra un extraño pez de 15 centímetros de largo, transparente y sin ningún hueso, un pez que parece gelatina.
El pescador que lo capturó, asegura que desde hace un año, cuando pescan en el río Daning suele aparecer de vez en cuando este ejemplar.
Este ejemplar, en el que la luz solar es capaz de traspasar completamente, pertenece a la familia de los carácidos, un numeroso grupo de peces compuesto por unas 1200. Entre sus particularidades destacar su cuerpo recubierto de escamas, suelen tener una aleta adiposa y una boca provista de dientes. Suelen vivir en lugares poco profundos y desarrollan toda la actividad durante el día. Son muy voraces, hasta el límite de comerse su propia descendencia en algunas ocasiones. Las pirañas, serían un ejemplo muy conocido.
Vía La Flecha
Fuente: Xinhuanet
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El asteroide Apophis, del cual hemos hablado en alguna una ocasión, tiene la intención de pasearse delante de nosotros en algún momento entre los años 2029 y 2036 (anteriores previsiones citaban la fecha del 13 de abril de 2029 como la más probable), pasando a una distancia de entre 24.000 y 40.000 kilómetros de la Tierra. Pese a que no hay evidencias de que vaya a colisionar, la cercanía es tal que la NASA ha decidido tomar medidas para impedir que el asteroide Apophis impacte contra el Planeta.
El peligro real vendría dada la posibilidad que el Apophis chocase contra otro asteroide desviando así su trayectoria, o bien su desviación podría venir causada por la interacción con la gravedad de nuestro Planeta, en cualquier caso, la colisión produciría un efecto superior al de 20.000 bombas atómicas.
Para evitar esta posible catástrofe, la NASA está considerando emular a Hollywood y enviar a «un Bruce Willis» al asteroide, dotado de un sofisticado equipo para recoger información vital y descubrir cómo desviar o destruir esa gran roca. El gran problema es que hasta el momento no existe ninguna nave capaz de llevar a un astronauta hasta el asteroide.
Pese a estas intenciones, la mejor opción según los científicos es desviar su trayectoria hasta asegurar una distancia prudencial con la Tierra, destruirlo podría crear una lluvia de asteroides más pequeños que saldrían disparados como misiles sin desviar mucho su ruta.
A pesar de las grandes dificultades, la NASA está empecinada en realizar dicha aventura, quiero pensar que esto ayudará a conocer más a los asteroides, y finalmente aporte algo al mundo científico.
¿Quieres saber que pasaría si un asteroide impactase contra la Tierra? Entonces clica aquí. [Vídeo]
Fuente: 20minutos
Científicos estadounidenses han logrado “silenciar” un gen que evita la formación en el algodón de las toxinas para el consumo humano, en un desarrollo que podría suministrar cada año proteínas a millones de personas.
Anualmente se producen 44 millones de toneladas anuales de semilla de algodón en todo el mundo, suficiente como para abastecer las necesidades proteicas de más de 500 millones de personas cada año, según señala el artículo en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias.
Actualmente, esta producción apenas se utiliza para alimento y es que la presencia del compuesto tóxico gosipol, que ejerce un efecto inhibidor en las enzimas digestivas. La semilla de algodón consta de dos partes: la cáscara, de la que se obtiene la fibra y la borra de algodón; y la pepita, de la cual se obtiene el aceite y la harina.
La eliminación del gosipol de la semilla de algodón ha sido durante mucho tiempo una meta de los genetistas, y parece ser que al fin, un equipo del Instituto para Genoma y Biotecnología de plantas en la Universidad A&M de Texas en colaboración con el Departamento de Agricultura de EEUU, empleó exitosamente la ingeniería genética para impedir la biosíntesis del gosipol en el tejido de la semilla de algodón, interfiriendo con la expresión del gen durante el desarrollo de la semilla.
El estudio no solo ha demostrado que es posible reducir significativamente los niveles de gosipol en la semilla de algodón sino que esta característica se transmite a las nuevas generaciones. Una gran noticia, ahora solo hace falta que el desarrollo caiga en buenas manos y sea bien empleado.
Fuente: Terra/EFE
Según publica la revista Science, investigadores de la Universidad de Vermont en Burlington han desarrollado un robot capaz de detectar las averías sufridas e incluso adaptar su forma de caminar como consecuencia de tales daños, del mismo modo que los animales compensan sus lesiones cambiando sus movimientos.
Este robot puede «sentir» y reparar de los daños de su propia estructura, cuando los autores acortaron una de sus patas, el robot respondió ante esta situación cambiando su modo de andar, una capacidad que podría ayudar a los robots a operar en nuevos entornos en los que aún no se han adentrado debido a su peligrosidad.
Josh Bongard y su equipo de investigadores han construido este robot de cuatro patas que observa su propio movimiento a través de sensores que basculan y sensores en los ángulos de sus articulaciones y crea un modelo interno de su propia estructura, que es utilizado para generar movimiento actualizándose continuamente por si existiera algún daño no detectado.
Christoph Adami, del Keck Graduate Institute of Applied Life Sciences en Claremont señala cómo este tipo de robots podrían operar en nuevos territorios, desde explorar primero el terreno hasta «soñar» con nuevos sistemas para superar obstáculos que pudieran encontrar durante la expedición.
Fuente: Europa Press
Seis países y la Unión Europea firmaron un pacto para crear un reactor experimental que podría aprovechar la luz del sol para crear fuentes más baratas y seguras de energía.
Los siete socios, que representan la mitad de la población del planeta, anunciaron el martes el proyecto, que sería construido en el sur de Francia y pudiera revolucionar el uso global de energía para generaciones futuras.
Pero es solamente un experimento, previsto con un costo de 12.800 millones de dólares, y que pasarán decenios antes de que los científicos siquiera estén seguros de que funciona.
El proyecto ITER (Reactor Experimental Termonuclear Internacional) intenta combatir el calentamiento global ofreciendo una alternativa a los combustibles fósiles, controlar los cambios climáticos y encontrar fuentes seguras de energía.
«La creciente escasez de recursos y la batalla contra el calentamiento global demandan una revolución en nuestras formas de producción y consumo», dijo Jaques Chirac. «Tenemos el deber de iniciar investigaciones que preparen soluciones de energía para nuestros descendientes».
Durante medio siglo, los físicos han tratado de crear fusión nuclear, que replica la fuente de energía solar y no produce emisiones de gases de invernadero y relativamente pocos desechos radiactivos. Si este experimento funciona, será un avance muy importante en el desarrollo sostenible del Planeta.
Fuente: Agencias
Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que en aquellas especies animales en las cuales las hembras se aparean de forma promiscua, lo que provoca la competencia de esperma de distintos machos en su tracto reproductivo, el semen de los machos presenta una mayor calidad. En concreto, incrementa el tamaño, la cantidad y la velocidad de natación de sus espermatozoides, lo que aumenta sus posibilidades de ganar la carrera por fecundar. En el estudio se ha analizado la calidad del semen de cuatro especies de ratones con distintos niveles de competencia espermática. Las conclusiones del trabajo han sido recogidas por la revista PNAS.
El investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), en Madrid, y director del trabajo, Eduardo Roldan, explica: «Al comparar entre sí cuatro especies de ratones, con distintos niveles de competición espermática, hemos descubierto que cuando los espermatozoides tienen que competir con los de machos rivales, una mayor proporción de ellos se capacitan para fecundar el óvulo; por lo que un 30% de los espermatozoides se capacitan en los machos de las especies con menos competencia espermática, mientras que un 60% se capacitan en las especies que tienen mayor competencia».
Los autores plantean asimismo en el artículo que la competición espermática en las especies sexualmente promiscuas puede causar problemas en la fertilidad de las hembras, ya que un exceso de espermatozoides competitivos puede aumentar el riesgo de polispermia (entrada de más de un espermatozoide en el óvulo) y provocar el desarrollo de embriones no viables. Para evitar este riesgo las hembras podrían responder de forma defensiva aumentando y diversificando las cubiertas que protegen el óvulo. Esta coevolución entre espermatozoides cada vez más competitivos y óvulos cada vez más defensivos podría explicar la rápida evolución de caracteres reproductivos.
Fuente: CSIC
Ingenieros canadienses de la compañía Group IV Semiconductor Inc. Han desarrollado una tecnología revolucionaria que permitirá fabricar bombillas de silicio que consumirán un 90% menos energía que las bombillas actuales y durarán 20 años.
La bombilla actual, apenas ha cambiado desde que fue inventada hace 100 años, un poco más eficiente, más ecológica y mejores propiedades en su versión halógena, pero nada que ver con este nuevo cambio que se avecina.
Si actualmente, es un fino filamento de tungsteno envuelto en un gas inerte y a la vez encerrados en una ampolla de vidrio, las futuras bombillas no precisarán ni gas ni filamentos, sino procesadores de silicio para obtener luz.
El rendimiento actual de las bombillas incandescentes es sólo del 15% de la energía consumida, por lo que su eficiencia resulta muy baja, desechando gran parte de esta energía en forma de calor. Las bombillas de silicio tendrán un rendimiento del 90% y las podremos tocar aunque estén encendidas, sin llegar a quemarnos.
En esta nueva tecnología tan innovadora, se ha logrado pasar la corriente a través del silicio para producir luz, con la peculiaridad de que casi la totalidad de la energía es convertida en luz en vez de en calor, consumiendo la décima parte de la energía consumida por las bombillas tradicionales y durando mucho más tiempo, hasta 50.000 horas frente a las 1.000 horas actuales de las bombillas incandescentes y 5.000 de los fluorescentes.
El objetivo de sus creadores es que el precio de estas bombillas permita la generalización de su uso, y que sean compatibles con las instalaciones que usamos en la actualidad. Sin duda, un gran avance que podría revolucionar el mercado global de la iluminación, estimado en 12.000 millones de dólares.
Fuente: Tendencias21
Investigadores en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign han desarrollado una prueba para detectar el consumo de cocaína y otras drogas con una simple varilla que determina a través de la saliva, la sangre o la orina el consumo de estas. La prueba se ha desarrollado con ayuda de la nanotecnología y se puede empaquetar en kits de uso rápido y fácil similares a los utilizados para las pruebas caseras del embarazo.
En la varilla, están situados unos sensores colorimétricos aprovechando la separación lateral del flujo mediante nanoestructuras, comentó Yi Lu, profesor de química en el Universidad de Illinois, e investigador en el Instituto Beckman . “Los nuevos sensores ofrecen una prueba rápida y precisa. Se podrá utilizar fácilmente en cualquier lugar para ayudar lo antes posible a individuos que hayan consumido drogas u otros productos químicos”, afirmó.
Los ligandos del ácido nucleico (llamados aptamers) son los fragmentos cortos de ADN o ARN que pueden ligar a los antígenos con alta especificidad y afinidad. Para cada blanco molecular, como la cocaína, su «aptamer» correspondiente puede seleccionarlo de una biblioteca grande de ADN. Después, mediante los sensores colorimétricos altamente sensibles y selectivos, se puede determinar la presencia de esta droga rápidamente.
Hasta ahora, los investigadores han demostrado con éxito su tecnología en la adenosina y la cocaína, en suero de sangre humano. “Nuestros resultados demuestran que la varilla es compatible con muestras biológicas, pudiéndose utilizar en diagnósticos medicos” aseguró Lu.
Fuente: Universidad de Illinois en Urbana-Champaign
Investigadores estadounidenses del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) están desarrollando un sistema para enviar electricidad por vía inalámbrica a equipos como ordenadores portátiles o reproductores MP3 con esperanzadores resultados, de momento, para distancias de 3 a 5 metros.
El lío de cables que suele haber, por ejemplo, detrás de nuestros ordenadores puede tener los días contados si este ingenioso sistema avanza positivamente. Para realizarlo, los investigadores se basan en la resonancia, un fenómeno que causa la vibración de un objeto al aplicarle energía a una frecuencia determinada. En este caso concreto, esa resonancia es de ondas electromagnéticas (ondas de radio, rayos infrarrojos y rayos X).
Hay objetos, que al aplicarles energía, la retienen en «resonancias de larga vida», evitando su fuga hacia el espacio. Se las conoce como «colas» de energía, «si uno coloca otro objeto resonante, con la misma frecuencia, lo suficientemente cerca de una de estas colas, resulta que la energía puede pasar, como a través de un túnel, de un objeto al otro», dijo Marin Soljacic, uno de los investigadores.
Gracias a este método, una simple antena de cobre diseñada para que tenga resonancia de larga vida, podría transferir energía a una computadora cuya antena resuene en la misma frecuencia. La energía que no llegue al equipo receptor sencillamente se reabsorbe.
Los sistemas descritos por los científicos servirían para distancias de tres a cinco metros. «Eso sería suficiente para una habitación, pero también se podría adaptar a una fábrica o reducirlo al mundo microscópico o nanoscópico», concluyó Marin Soljacic.
Fuente: BBC Ciencia